¿Estás en paro? ¿La crisis te está matando? ¿Necesitas unos ingresos “extra”? A mi se me da fatal eso de la música, pero te voy a lanzar la idea para que al menos tú ganes dinero. Si se te da medianamente bien la música te invito a crear un negocio de drogas digitales. Estoy seguro que conseguirás por Internet un montón de pardillos que comprarán tus “drogas” aunque solo sea por probarlas.
Es un negocio perfectamente legal (al menos ahora mismo porque lo acabo de inventar y no creo que hagan mucha legislación al respecto en los próximos tres meses y ya sabes que el que golpea primero golpea dos veces). Que te quiten lo ganado si algún día regulan el mercado. Y seguro que no acabas en la cárcel porque lo tuyo es música (o eso le puedes vender al juez y a ver como te lo desmienten).
Crear una droga digital es fácil: se pillan ruiditos al azar y se mezclan todos bien en una pista de audio. Es tan sencillo como hacer una ensalada de ruidos. Estos “ritmos” son pistas de audio (porque llamarlo música sería demasiado pretencioso) que puedes vender en Internet por menos de 10 euros. Primer consejo: Mucho ojito y no vendas tus “Drogas” por menos de 10 euros. Así parece algo serio. Además, los drogatas se gastan una pasta en hachís, marihuana, coca y demás drogas de diseño. ¿Qué son sólo 10 euros para probar a ver si colocan? Seguro que pican y te las compran.
Como verás es legal: ¿Quién va a prohibir sonidos que se supone que alteran tu estado de ánimo? Todo lo relacionado con la música es legal, ninguna combinación de ruidos se puede prohibir en el mercado.
Todos los pardillos a los que vamos a timar pensarán lo mismo: “Probablemente ni siquiera funciona. Aunque, ¿y si funcionase? ¿Y si esas pistas de audio realmente proporcionan algo parecido a un colocón? ¿Les doy una oportunidad?”
Ya tienes al primer cliente en el bolsillo.
Puedes crear diferentes packs de diferentes “dosis” en formato MP3 para que se los descarguen desde la página web que crearás al efecto (previo pago via Pay-pal o cualquier otro sistema de cobro que se te ocurra utilizar). Lo importante es que seas el primer proveedor a nivel mundial de estas drogas futuristas y fundecerebros. Seguro que te acaban copiando, pero serás el primero, el fundador, el que se hace de oro con la idea.
Para hacerlo todo más creíble sólo tienes que poner en tu página web que cuentas con distintos “equipos de música underground y expertos en música, programadores, gente que comprueba que funcione bien, gente que investiga y los más prestigiosos diseñadores de drogas digitales”
También puede ser aconsejable que vendas tu producto de una forma semicientífica o pseudocientífica: “Cada pista de audio contiene ritmos binaurales avanzados que se sincronizan con tus ondas cerebrales”. “Estudios científicos demuestran que la estimulación de los lóbulos frontales del cerebro con determinados sonidos y secuencias de sonido pueden actuar como poderosas drogas euforizantes” ¡Caray que bien suenan estas frases! Y que bien se venderán a tus drogas digitales.
Puedes crear y comercializar muchas y diferentes “dosis” disponibles: dosis sexuales, dosis de diseñador, dosis de deporte, dosis realzadoras, dosis puras, etc., etc.
Haz que los pardillos tengan que ser un poco selectivos al comprar tus “drogas” o que se arruinen si quieren probarlas todas. El dinero no dejará de entrar en caja con las versiones más nuevas de los packs “recreativos”, “recetados”, “ficticios”, “sagrados” y “celestiales”.
Lo único importante es que los pardillos no puedan o no sepan describir el sonido real de tus pistas de un modo que tenga sentido. Que digan cosas como: “Se oían gaviotas de fondo, “ding dings” suaves y algún “goooong” ocasional. A veces era simplemente sonido estático y ruido blanco, y sonaba exactamente igual que una experiencia mística. Me pareció una simulación bastante buena de lo que pasaría si tu alma se escapase de tu cuerpo después de la muerte. Me sentí como si me estuviese tambaleando entre el cielo y el infierno, pero al final caía hacia el infierno y la verdad es que ya me pareció bien”.
Lo importante es que sea algo nuevo, rompedor, diferente, lo nunca escuchado en música y que la gente se pueda autosugestionar mientras lo escucha y les produzca efectos raros. Algunos llegarán a sentir cosas bastante fuertes considerando que solo se trata de un inocuo montón de ruidos.
Seguro que en Internet puedes encontrar un montón de fotos de porretas, drogatas, fumaos y demás fauna con que ilustrar sus supuestos testimonios que te ayuden a vender todavía más y mejor con frases como: “Joder tio, vaya colocón que me pillé” “El mayor cuelgue de mi vida y mira que me he metido de todo, ¿cuándo sacareis algo más fuerte?” “El porro se me termina, pero esta droga digital la puedo escuchar cientos de veces y no dejo de colocarme”. “Me cuesta que se me ponga dura con las drogas tradicionales, pero con vuestras drogas digitales me paso la noche revolcándome con mi novia y ya no necesito viagra, ¡muchas gracias!”.
Los productos tienen que tener nombres llamativos: “megacolocón”, “sonido efecto Marihuana”, “sonido efecto hachís”, “las puertas del infierno”, “el sueño del cocainómano”, etc. Puedes crear distintas dosis o efectos: “Dosis flojita”, “Dosis de mantenimiento del cuelgue”, “dosis de vuelo nocturno asegurado”, “dosis para fumadores consagrados”, “efecto sexual exacerbado”, “efecto colocón de maría”, “efecto cuelgue total”, etc.
Puedes crear tus propias recetas de ruidos para vender más: “Receta para el principiante con drogas flojitas”, “Receta para el experto sibarita”, “Receta para sexo bestial”, etc.
Piensa que con tu negocio de “drogas digitales” puedes acaparar un gran mercado de crédulos, de curiosos, de gente que solo quiere probar a ver si es verdad que esas drogas funcionan, etc.
Es una pena que a mi no se me dé bien la música, porque sino ya tendría mi negocio funcionando, pero si te ha gustado la idea no me importará cederte la exclusiva y que me dones una parte de tus beneficios cuando empieces a hacerte de oro vendiendo tus “drogas digitales”.
Además, piensa como empresario que puedes estar creando una gran economía futura que empezará vendiendo a los padres de tus clientes “tratamientos musicales” de desintoxicación para sus hijos, clínicas de desintoxicación de drogas digitales, etc.
El que no hace negocios es porque no quiere, ¿verdad?. ¿Tú que opinas al respecto? Danos tu opinión o propón negocios y estafas originales. Estaremos encantados de leerte.
publicado el 29 marzo a las 08:30
Ja excelente articulo, y si de verdad que yo no me como el cuento de esas drogas virtuales eh probado varias y lo unico que me provocan es sueño ese bendito TUn TUN