María Paradela
Yo también fui marginada
Ambientada a principios de los 90, Las ventajas de ser un marginado cuenta la historia de Charlie (Logan Lerman) unchico tímido, marginado, con muchas virtudes pero vacío de experiencias reales, y que al inicio de la película atraviesa un drama personal.
La historia comienza el primer día del temido instituto, el lugar donde transcurre la batalla por sobrevivir y ser aceptado.
Laoscuridad inicialde la película se transforma enoptimismocuando Charlie encuentra su hueco entre sus nuevos amigos, un grupo de adolescentes raros, alternativos y variopintos. Estos le llevarán a vivir nuevas experiencias, y con ellos descubrirá el valor de la amistad, el sexo o el amor.Creo que el director ha dado en el pleno a la hora de narrar las dificultades que todo adolescente encuentra en su paso hacia la madurez. La clave del éxito de esta historia es la identificación del espectador con Charlie. Chbosky, también autor del libro en que se basa la historia, ha hecho una mezcla perfecta entre escenas dramáticas y otros momentos más divertidos y alegres (la búsqueda de la canción perfecta, las fiestas sin fin y los pases a medianoche de Rocky Horror Picture Show).Uno de sus puntos fuertes es la atmósfera de los 90, muy conseguida, y las interpretaciones. Mención especial para Logan Lerman y para sus dos coprotagonistas:Emma Watsoncuya interpretación hace que nos olvidemos de Hermione y en especial para Ezra Miller, quien borda su papel.Julio César Agudo
We can be heroes
Si tuviera que escoger un título alternativo para esta película sería "We can be heroes", porque tiene gran simbolismo en esta película. Si por algo destaca Las ventajas de ser un marginado es por conseguir un grado de identificación con los espectadores de casi cualquier edad, ya que consigue retratar una época, la adolescencia, sin necesidad de utilizar una referencia espacio-temporal concreta (yo aún sigo sin saber en qué año y ciudad exactamente se desarrollan).
Además, se utilizan dos elementos muy simbólicos y definitorios de una época que hoy han caído en desuso. En primer lugar, ¿quien no recuerda con añoranza los tiempo pre-sms/whatsapp en los que se escribían a mano cartas sin necesidad de utilizar abreviaturas? Y por otra parte, ¡que levante la manoel que no haya grabado cassettes para sus primeros amoríos adolescentes (porque yo sí)!.
Esto último me lleva a destacar el buen criterio musical de los protagonistas (Smiths, Sonic Youth, Cracker o New Order) y esa obsesión por la búsqueda de un canción determinada. Dicha canción resulta ser "Heroes", de David Bowie (como curiosidad versionada años después por The Wallflowers. El tema es que, para mí, la canción es la auténtica protagonista de la mejor escena de la película; tanto es así, que llegamos a sentirnos infinitos como los protagonistas de la película.
Lo mejor: la ambientación musical (aunque, ¿de verdad no conocían a David Bowie?);la escena del túnel y el personaje de Paul Rudd (merecería un spin off al estilo El club de los poetas muertos). Lo peor: Los televisivos Dylan McDermott y Kate Walsh tienen dos papeles bastante huecos y desaprovechados. El abuso de escenas más dramáticas relacionadas con la salud mental del protagonista y el origen de dicho trastorno (me aguantaré las ganas de caer en un spoiler)
Las ventajas de ser un marginado
Un retrato sincero sobre la adolescencia, buenas interpretaciones y una estupenda selección musical son algunas de las claves de éxito apuntadas por estos dos amigos de Cine en conserva, ¿estás de acuerdo con ellos?