En Colombia, además del injusto racismo en contra de los afro, tenemos una larga lista de fobias: rolo-fobia, paisa-fobia, costeño-fobia, venezolano-fobia (xenofobia), pobre-fobia (aporofobia) y homofobia. ¿Me faltan más fobias? Seguro que sí. Tenemos discriminación contra las mujeres en su extensa definición, contra los indígenas, contra cualquiera que no cuadre con la calificación de blanco. Discrimación por peso, por estatura, por belleza, por nivel educativo, por ser del campo, por tipo de ropa, por tipo de trabajo, por aspecto. ¿Me faltan más discriminaciones? Seguro que sí. Y ahí conviven todos estos rechazos, entremezclados los unos con los otros, las otras con las unas, en una masa enorme donde nadie está lo suficientemente bien sino sólo aquellxs que señalan, así sean ellxs también señaladxs y sistemáticamente rechazadxs. No es sólo por allá. Nos falta mucho, nos falta por el cuerpo propio empezar. Nos falta todo.