En la edición número 35 de nuestra revista Global dialogamos con el director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Diego Molano. Parte de la entrevista giró en torno a la situación de Tumaco, zona de trabajo de Global Humanitaria, convertida en uno de los puntos más violentos y peligrosos de Colombia.
“Tumaco tiene los dos mundos, el mundo de todos los potenciales, y el mundo de todos los males”, sostiene el director del ICBF. Desde su punto de vista, “Tumaco ya se comporta en algunas características como una ciudad, en su cultura, en su desarrollo, pero tiene otras regiones rurales muy apartadas con unos niveles de pobreza y de desarrollo rural muy básicos”.
“A veces se siente que a Tumaco llegaron las siete plagas: primero los cultivos ilícitos, luego cuando se avanzó con convertirse en un centro de palma, que así lo fue en un momento, entró la pudrición del cogollo; luego, cuando se desarrolló el tema marítimo y de camarón entró el virus del camarón, y ahora la presencia y la disputa de estos grupos armados ilegales, tanto las FARC como las bandas criminales, tienen a Tumaco en un proceso bastante complejo que requiere toda la prioridad”, añade.
En ese sentido, el reto en materia de violencia en Tumaco “es el reclutamiento forzado ilegal de niños y adolescentes”, señala que “es una de las grandes prioridades porque en esta zona las FARC y las bandas criminales tienen como propósito un esfuerzo sistemático de reclutar niños”. “Y el segundo reto es que precisamente este fenómeno del reclutamiento, y el número de hectáreas de coca hacen que se pierda en esta generación una cultura de la legalidad. Entonces es prioritario trabajar con las familias y con los niños cuando de alguna forma esos valores están distorsionados y no se le da valor a la educación, sino a la plata fácil”.
Preguntado sobre el proceso de paz que llevan adelante el gobierno y la guerrilla de las FARC, se muestra cauto: “Pues todos los colombianos queremos la paz, y creo que este ha sido un esfuerzo importante y creo que siempre hay que ser optimistas. Sin embargo, frente a los procesos de paz los únicos portavoces son los negociadores, y el presidente Santos puntualmente”.
Puedes leer la entrevista completa aquí. Imagen: Juan G. Muñoz/ICBF