Ciertamente los acontecimientos se suceden con una rapidez asombrosa, este año 2011 ha empezado haciendo tambalearse los pilares de las doctrinas que condujeron al mundo durante las décadas anteriores. Tal vez consecuencia del cambio de régimen de las potencias dominantes, consecuencia de la extensión de internet en la sociedad, facilitando el acceso a la información y al conocimiento de los hechos de una forma inmediata a su aparición, lo cierto es que la sociedad está cambiando a un ritmo vertiginoso y cada vez las personas se implican más en la política y en la sociedad, provocando el cambio de ésta hacia estructuras más flexibles, participativas y, como consecuencia, democráticas.
Las dictaduras del norte de África han sido las primeras en notar, y de qué forma, este fenómeno. Así hemos asistido a la caida de Ben Alí en Tunez y de Hosni Mubarak en Egipto y ahora nos asomamos cada día a los medios de comunicación buscando ávidamente noticias de Libia. Pero es necesario establecer una diferencia clara entre estos hechos. Por un lado en Tunez y Egipto, los ciudadanos manifestaron su disconformidad con los dictadores y a través de manifestaciones pacíficas consiguieron derrocarlos, a pesar de la represión y del intento vano de los dictadores de acallar sus voces, la presión de los ciudadanos consiguió, de forma no violenta, expulsarlos de sus sillones. Ahora bien, creo que en Libia la situación es diferente, primero por la propia composición de la sociedad libia, un conglomerado de tribusy etnias unidas hasta ahora por Gaddafi y segundo por la combatividad de los libios que han sido, dentro del pueblo árabe, los que más soldados voluntarios han producido.
Ahora hemos metido la mano en el avispero, espero que quienes han decidido echar una mano a los combatientes libios tengan un plan a lago plazo para llevar por buen camino la revolución libia y que no coloque en el poder a unos exaltados como ocurrió en Afganistan ( recordemos que los talibanes fueron ayudados por los EEUU) o lleve a Libia a un estado irremediable de guerra civil ( Somalia ). Confiemos ( si es posible) en que los dirigentes de los estados implicados en esta aventura sepan conducir la situación hacia un cambio de regimen que provoque una estabilidad a largo plazo.