Facebook me recuerda hoy que hace justamente dos años yo publicaba una foto en mi muro. Una foto en la que enseñaba mis gafas nuevas, super moradas y preciosas, con las que yo me sentía bastante favorecida dentro de mis circunstancias miopes. Os pedía opinión porque fue un cambio importante para mí, por chorrada que os parezca.
Y oye, que igual no es casualidad que desde entonces haya aprendido a ver la vida de otra forma. A calar mejor a las personas. A reconocer patrones. A obviar los grises. A verme más guapa y juzgarme menos. A valorar cosas que antes pasaban desapercibidas. A ver más allá (que no el mas allá, de momento). A no conformarme con menos y luchar por más. A encontrar sonrisas mágicas. A mirar.
Benditas gafas.