La primera vez que subí mis novelas lo hice con todo el temor del mundo, pues no sabía si lo que estaba haciendo era correcto, pero por suerte las indicaciones eran muy claras y sencillas hasta para alguien como yo, poco acostumbrada a manejarme en Internet (registrarme en alguna página ya significaba un terrible reto, y no digan de Facebook, tardé varios meses en ponerme al corriente de ese mundo "amigable" y al mismo tiempo tan huraño).
Los primeros meses fueron en blanco, lo que quiere decir que no vendía ni medio libro. Al tercer mes como si se hubiesen despertado de un largo letargo mis libros empezaron a aparecer en los informes de ventas, y ya para finales del 2011 vendía con frecuencia diaria. Noviembre y diciembre fueron meses claves para mí. Uno de mis libros despegó como un bólido y lo demás fue cuestión de suerte.
Una editorial conocida me contactó y publicó dos novelas, una de ellas inédita, y yo me animé a publicar otras que ya tenía escritas como independiente. Fue en 2012 en los que empecé a incursionar con mayor fuerza en Facebook y quise probar en Twitter, una plataforma a la que no le veía mucho atractivo, pero que ahora la considero imprescindible para cualquiera que desee propagar su obra a los confines del planeta. En Twitter lo importante es a quién seguir, mantener una relación "cercana" con las personas que frecuentan nuestro Time Line, pero también buscar nuevos seguidores fuera del ámbito conocido, es la única manera de expandirse, pues de lo contrario queda uno secuestrado por el mismo círculo de seguidores.Aprendí que en las redes sociales se deben seguir ciertas reglas de cortesía, las cuales no tomaba en cuenta al principio, sobre todo en Facebook. Hoy sé que se deben respetar al máximo las biografías o "muros ajenos". Invadirlas con una noticia que no incumbe al titular es faltar a la más elemental educación, por más amistad que exista.Yo suelo etiquetar a otros cuando la noticia es directamente de su interés, pero no se me ocurre poner en su muro algo que únicamente me concierne a mí. Sé que muchos lo hacen para aprovechar la popularidad del "amigo", pero desde ya les digo que eso no se debe hacer por varias razones, una de ellas es que si por ejemplo, acabo de postear una noticia que es de importancia para mí, llega otro a ponerme la suya encima. No me queda más remedio que borrarla. Casi nunca lo hago, pero de vez en cuando tengo que hacerlo.Y al igual que digo que tampoco se me ocurre criticar a los que tuitean con frecuencia, no concibo que alguien me diga a mí qué debo publicitar en Twitter. Sin embargo hay escritores que se toman la molestia de decirme que no debería hacerlo, no sé a cuenta de qué, cuando ese sitio existe justamente para hacer publicidad y dar noticias. Como yo no soy periodista ni me considero capacitada para dar el reporte del tiempo, ni tampoco me interesa que los demás sepan si almorcé, me enamoré, si estoy cansada o si mi marido me abandonó, lo que hago es hablar de los libros de mis amigos y obviamente, de los míos.Es curioso, pero cierta vez una escritora me dijo que no debería de promocionar tanto mis libros, y después ella me pedía RT (retuitear) su novela. Ahora la veo en Facebook en cuanto grupo existe promocionando su libro. Lástima. Si ella supiera moverse mejor en Twitter su noticia llegaría no solo a su círculo de amistades, sino a quienes verdaderamente debería llegar.También se da el caso de que amanezco con veinte seguidores nuevos, y apenas empiezo a tuitear dejan de seguirme unos cinco, son generalmente los que tienen poquísimos seguidores, lo comprendo, pues su Time Line se llena con mis noticias aunque no las lance una detrás de otra. Otro hace muy pocos días me dijo que me dejara de "gilipolleces" y me dedicara a trabajar. Como si estar en Twitter no fuese parte de mi trabajo de escritora. Supongo que sería un escritor frustrado que no vende lo suficiente y piensa que estar en Twittter es perder el tiempo. A mí me da muy buenos resultados y las pruebas están a la vista, de las siete novelas que tengo cinco de ellas están de manera permanente en las listas de los más vendidos. Pero ya me voy acostumbrando a que gente para mí desconocida interfiera en mis quehaceres,así que solo les doy una importancia anecdótica.Hoy en día mis novelas son retuiteadas en Australia, Reino Unido, Norte, Centro y Sudamérica, Japón y la India, justamente porque mis seguidores son globales, y así como ellos promocionan mis libros yo los promociono en mercados que para ellos son nuevos y poco conocidos.¿Qué he conseguido a través de las redes sociales? No solo que mis libros interesen a editoriales, también a grandes agencias literarias, emisoras de radio, revistas, páginas web... también me han contactado para comprarme los derechos de traducción de mis novelas, como es el caso de La búsqueda al francés, y El manuscrito al turco. Este año saldrá La búsqueda en inglés y próximamente en polaco, ¡y todo eso a través de Twitter y Facebook!No sé cuánto tiempo más prosiga Amazon como la plataforma más visitada de libros online y físicos; hoy por hoy la librería más grande del mundo, solo sé que seguiré vendiendo por allí y seguiré publicando mis libros próximos a salir: El manuscrito II El coleccionista, Jardines mágicos, Dos caminos un destino y El pacto, que actualmente están en revisión.Una prueba de que sí trabajo, además de incursionar en las redes sociales.¡Hasta la próxima, amigos!