En los tiempos distintos acontecen los sueños del pasado o rotos futuros, sin personaje ni entorno, sin forma, sin dolor ni felicidad
Se extinguen las ganas como las velas solitarias, como los mares vacíos, como las botellas que ya no hablan y que se entierran en una espalda que sólo espera ya no doler
En ramas de baldosas frías duermen los vientos de montañas lejanas y de un río que de tanto ver hoy se oculta
Se habla sin lenguas cada día de cada risa de cada lágrima de cada piel revertida de la sangre que hierve apenas y que nadie mira
Eran tiempos distintos, sólo eran o lo son, cada día cada un espejo cada noche un vidrio cada ojo un designio cada uno boca cerrada de su destino
Trágico o perenne, trágico y perenne, siempre con dolor