La última palabra
Detiene al tiempo
Y lo congela.
El aire pasa a ser
Un gran bloque de glaciar
Que está lejos de desmoronarse.
Colapsa la fantasía
Que se derrumba como un cielo cargado
De granizo y tormenta.
El agua castiga mi torso
Mientras las zapatillas
Chapotean sobre el asfalto.
Troto, persisto, me ahogo, respiro;
Me gano a mi misma en esta
Larga carrera de supervivencia.
Se funden mis lágrimas
Con las lágrimas del cielo,
Y el agua pasa a ser salada
En el mismo momento en que
Roza mi piel transpirada.
Soy un diluvio
Imperceptible para tu mirada.
Recuerdo tu rostro,
A tu ceja derecha le gusta arquearse
Graciosa y desprolijamente,
Mientras hablás de utopías.
Mientras tus retinas se niegan
A habitar algunos de mis gestos
Y tu memoria a registrar
Algunas de mis palabras.
El amor que se vuelve perezoso
En los últimos días de marzo.
Patricia Lohin
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