13 de Julio
Ocultos-Complicidad
[...] Bebió la sal de su cuerpo dando pequeños toques con su lengua. El pecho musculoso de Joe era tan firme y fuerte, que sólo deseaba pasar sus dientes por la piel, marcarlo con sus uñas. Pero en su lugar, fueron su lengua y sus labios los que dejaron marcas ardientes de besos. Recorrió la amplitud de sus hombros masajeándolos con sus manos, al tiempo que volvía a inclinar su cabeza para jugar con sus pezones. Joe gimió al sentir la lengua marcando círculos en torno a estos, y tembló de pies a cabeza cuando ella descendió con parsimonia, rastrillando con sus dientes la piel de su estómago [...]
Ocultos - Complicidad, por Maga DeLin.
11 de Julio
Tan Sólo un Susto
[...] Ya se encontraba en el pasillo que llevaba al dormitorio de su cuñado, ubicado al final del mismo, y cuya puerta se encontraba entre abierta. En el trayecto vio dos puertas más que se encontraban cerradas y a las cuales no les prestó ninguna atención. Ese fue su gran error. De repente se vió sorprendida por alguien que la tomó por detrás con ambas manos, apretando su cuello, sin permitirle respirar. Ella se resistió y en la lucha perdió la cuchilla, sus ojos se movían con rapidez, buscando alguna cosa con la que ayudarse o tratando de ver quién la sujetaba. Fue irónico encontrar en la pared del corredor, donde había sido sorprendida, un espejo oval que le permitía verse en la actual situación y ver ciertos rasgos físicos de su atacante. Lo reconoció al instante, era su cuñado.
―Sabía que tarde o temprano vendrías a mí, querida cuñada ―le susurró al oído, al tiempo que se pegaba más a su espalda ―. Reconoce que siempre has estado loca por mí, y que nunca pudiste hacerte a la idea de que podía hacerle cosas como esta a tu hermana ―continuó hablando, mientras pasaba la lengua por la blanca mejilla de la mujer y le dejaba saber cuán excitado estaba, apoyándose contra sus nalgas [...]
"Tan sólo un susto", de Patricia O.
4 de Julio:
Confesiones. Secretos
[...] Los ojos de la novicia lo recorrían con avidez cada vez que él le daba la espalda, y cuando se volvía se posaban en su entrepierna; ella apretaba sus propias piernas como para esconder a los ojos de todos el fuego que se encendía de forma involuntaria en su sexo, haciendo que se humedeciera al instante. Podía sentir el tirón de sus pezones al ponerse erectos bajo la tela de su hábito y ahogaba a duras penas el gemido que su vagina amenazaba con hacer salir de su boca. Se humedecía los labios con la punta de la lengua y cerraba los ojos para masturbarse con la imaginación [...]
"Confesiones. Secretos", por Patricia O.
2 de Julio
Café frío. Espero a que termines
[...] Un gemido escapó de sus labios al sentir su clítoris. Jamás se había tomado el tiempo de descubrir su cuerpo de esa manera. Ni siquiera notaba el agua que iba subiendo de a poco su nivel en la tina.
Bajó su otra mano para ayudarse a tantear, no obstante, no llegó debajo de su monte de Venus. Su dedo se movía a lo largo de sus labios menores provocándole respirar agitadamente. Estiraba sus pies sin darse cuenta, producto de una vibración que venía desde el centro de su cuerpo [...]
"Café frío. Espero a que termines", por Rivela Guzmán.
También está listo para descargar el recopilatorio erótico del Juego de Primavera 2012 organizado por Paty Marin en su blog Cuentos Intimos donde podrán encontrar entre los relatos uno mío y otro de Maga de Lin