La gaviota iba a ser destrozada por la turbina de aquel avión.
Revista Talentos
No era su día: el tiempo era malo, sabía que no tenía que haber volado y, menos, hacia ese aeropuerto. El ruido era ensordecedor, todo giraba. No paraba de dar vueltas, empezaba a marearse y perder el sentido.
La gaviota iba a ser destrozada por la turbina de aquel avión.
La gaviota iba a ser destrozada por la turbina de aquel avión.