También hay que matizar que no me estoy pegando demasiadas "palizas" como tal estudiando, ni estoy especialmente estresada ni nerviosa, es solo que estoy invirtiendo mi horario de sueño porque me concentro más de noche estudiando y las mañanas no me cunden, así que aprovecho. No me falta casi nada para terminar el temario, hago de cuando en cuando exámenes para practicar y no me salen demasiado mal, así que soy feliz. Veinte días y se acabará la locura.
Qué a gusto me voy a quedar y os vais a quedar, sin tener que leerme cuando escribo cosas de estudios y demás. Ya falta menos...
Pero bueno, aparte de estudiar y responder comentarios he estado haciendo otras cosas productivas.
No paro de escribir, aunque sea un poco a diario. Parte de mis ideas para este año era eso y, de momento, lo estoy consiguiendo. La verdad es que es un pequeño placer eso de terminar el día y pensar en otras cosas, o dedicar mis ratos matinales, esos en los que no me cunde demasiado estudiar, para escribir. Me gusta, me siento mucho mejor así.
Fruto de esa escritura casi diaria son el par de textos que traigo por aquí (no iba a ser toda la entrada de morralla, algo de chicha tenía que tener esto). Uno de ellos es mi texto para el Cuentacuentos de esta semana. Espero que lo disfrutéis.
Tengo algunas entradas interesantes en la recámara, esperando su momento. No creo que tarden en ver la luz. Y espero poder traer, también pronto, el fallo de un concurso que llevo desde el 31 de octubre esperando... (¿Recordáis el famoso poema que tanto me costó escribir y que era para enviar a un concurso? Pues eso.)
PD: Gracias a Mer González y a M-san por el premio que me dieron. No creo que lo postee por aquí, pero se agradece igualmente.