Revista Literatura

Un aijino en granada

Publicado el 28 julio 2019 por Rogger
UN AIJINO EN GRANADAUN AIJINO EN GRANADA
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
A juzgar por el gentío la noche apenas comienza. Son las diez. Bares de tapas, jamón, pizzas, vinos y cervezas, dentro o fuera de los restaurantes, en las calles. Veintisiete grados con una suave brisa nos acompañan hasta llegar a nuestro hotel en Plaza de los Campos.
Granada es una ciudad alegre, amigable, con una especial predilección por las flores. La tierra de Federico García Lorca nos recibe con la misma algarabía que provoca en nosotros.
Al día siguiente despertamos temprano, ansiosos por descubrir el entorno. Al rodear la plazoleta de enfrente, descubrimos un palacio almohade en el antiguo barrio de Rabad alFajjarin. La edificación que a primera vista no dice mucho, pero que al ingresar no tarda en seducirnos: Cuarto Real de Santo Domingo, junto a la Huerta Grande de Almanxarra, en especial su glamorosa qubba. Salimos de ahí sin dejar de elogiar aquella preciosa muestra de arte, y mientras caminábamos con dirección al hotel por Palo Seco de Lucena y Cuesta del Pescado, de pronto nos dimos con una calle que derrotó el sopor de aquellos treinta y tantos grados a la sombra. Sobre mi cabeza pude leer el nombre de la callejuela… Cuesta de Aixa. No pude evitar sobrecogerme y hasta darle un sentido premonitorio. “Un aixino en la Cuesta de Aixa”, ironicé.
Por la tarde salimos a recorrer la ciudad, vadeando el Genil, el Darro. Y todo ese tiempo hasta que puse en la almohada mi cabeza, no dejó de dar vueltas el nombre de mi pequeño pueblo, Aija, a diez mil kilómetros de ahí. Al siguiente día, después de desayunar caminamos rumbo hacia La Alhambra. No autobuses, menos taxi. Caminar esas calles es un placer y un monumento al silencio y la reflexión. Nos esperaban el Palacio de los Nazaríes, La Torre de la Cautiva, El Patios de los Leones, El Generalife, El Baño de la Mezquita y todo lo que nos había impulsado a planificar nuestro viaje meses atrás.
LA SULTANA
A'isha Bint Muhammad ibn al-Ahmar era el nombre de la Sultana de Granada. Solían llamarla Aixa al-Horra (en castellano La honesta o La honrada). Descendiente directa del Emir Muhammad ibn Yúsuf Ibn Nasr (Muhammad Al-Ahmar), fundador y primer Rey Nazarí de Granada (1238-1273); hija de Muhammed IX “El Zurdo”, Rey de Granada por 30 años entre 1419 y 1454. A'isha o Aixa es un enigma histórico por obvias razones —la mujer árabe musulmana debía guardar una conducta dependiente del marido o de un tutor masculino—. No obstante, se cuenta con escasos pero confiables datos acerca de ella. En tiempos del Reino Nazarí de Granada la sumisión femenina era irrefutable mandato, aún tratándose de una sultana. Aixa desafió eso destacando por su naturaleza rebelde, decidida, independiente, habilidad política y hasta militar. Tal vez por ello la historiografía árabe medieval —y también la castellana— consigna mezquina información de Aixa. Eso se repite todavía hasta el siglo XIX cuando Castro y Orozco, Zorrilla y Moral, Cavanillas y otros empiezan a cambiar la tendencia.
Tras hurgar cuanto papel llegó a mis manos, concluí que A’isha , Aixa o Aija, era una noble granadina de gran riqueza (eran suyos el Palacio Dar al-Horra y para su recreo el Alcazar Genil, además de otras propiedades*). Como descendiente directa de reyes, Aija hizo prevalecer su importancia e influencia en la historia de Al-Ándalus.
Aija —así la llamaremos a partir de ahora— primera y legítima esposa del Sultán Abu I-Hassan Ali, Mulay Hasan (Muley Hacén para los castellanos). El matrimonio real dio tres hijos, dos varones: Abu Abd Allah Muhammad, Muhammad XI o Boabdil, El Chico, para los castellanos) y Abbu I Hayyay Yusuf; y una niña llamada Aixa, como su madre. Veinte años de armonioso matrimonio terminaron cuando el sultán Muley Hacén se fijó en la joven y bella cristiana Isabel de Solís, hija de Sancho Jiménez de Solís, Comendador de Martos, secuestrada por los soldados de Muley Hacén durante la toma de Béznar, que habría de ser confinada en la llamada Torre de la Cautiva. Poco tiempo después y a causa del deslumbramiento del Muley Hacén, Isabel sería trasladada hacia el harem habitado por concubinas y mujeres a su servicio. Pronto la joven Isabel haría añicos la resistencia del soberano, cuando decidió cambiarse de nombre con el fin de congraciarse con él. En adelante se llamaría Zorayda o Soraya —en árabe Estrella del alba, o Lucero de la mañana—, y convertirse al Islam. De secuestrada pasó a esposa, destronando así a la Sultana Aija y poniendo en serio riesgo la sucesión del trono, por derecho destinado a su hijo Boabdil. Ante la fascinación de viejo Muley Hacén por su nueva esposa, era previsible que Zorayda (nombre musulmán que adoptó Isabel de Solís), presionara al sultán para que sus hijos Saad y Nasr fuesen sus sucesores. Aija lo sospechó y juró no permitirlo. El tiempo premiaría su persistencia. Anécdota: a la muerte del destronado rey Muley Hacén en Mondújar, Zorayda retomaría su cristianismo y su anterior nombre, Isabel, y bautizaría a sus hijos con nombres también cristianos: Nasr por Juan de Granada y Saad por Fernando de Granada.
Los conflictos —buena parte de ellos azuzados por Aixa con el fin de recuperar para su hijo Boabdil la sucesión del trono— provocaron el cisma del reinado Nazarí de Granada y su inevitable caída en manos de los Reyes Católicos Isabel y Fernando. Aixa defendió con uñas y dientes la sucesión de Boabdil, aunque para ello tuvo que establecer una coalición con los abencerrajes, enemigos de Muley Hacén, El Zagal y los zegríes. Ello ocurriría en Guadix. Luego, tras ser derrotado por los Reyes Católicos, quienes pescaron a río revuelto, Boabdil sería tomado prisionero. Otra vez Aija tomaría decisivo protagonismo, al negociar la liberación de su hijo y una digna entrega de las llaves de Granada a los vencedores. Lo dicho, Aija fue columna de la resistencia y artífice de una honrosa retirada tras la capitulación, negociación que hasta hoy se le reconoce. No se sabe con certeza dónde y cómo murió Aija tras dejar La Alhambra y Granada, el 2 de enero de 1492. Se presume que fue en Fez, Marruecos. Mas, no cabe duda que históricamente la sultana Aija destaca por su inteligencia, tenacidad, valentía y decisión.
Hay poca documentación gráfica de Aija. Sin embargo, Manuel Gómez Moreno nos deja una pista en su óleo "Salida de la familia de Boabdil de la Alhambra". Mujer decisiva en aquellos tiempos, se tejen versiones contradictorias acerca del rostro de Aija. Unos dicen que era ahombrada y cuasi viril, fea y de voz gruesa; intrigante, rencorosa y dura. Otros sustentan que era bella, de orgullo sin par, de visible alcurnia y distinción, corazón de leona, de inquebrantable carácter y segura de su raigambre. En cualquier caso es denominador común su fuerte personalidad y decisión (haré un ejercicio casual —y algo superficial también—: Un rey musulmán, poderoso y dueño de numeroso harem, no desposaría por veinte años a una mujer fea y de aspecto viril, así fuese hija de reyes).
Aija nos legó una apasionante, célebre y fascinante vida.
Días después, rumbo al aeropuerto voy detestando la tiranía del tiempo. Ningún plazo es suficiente cuando se busca historia y raíces. A cada instante se abren puertas, unas llevan a un cuarto sin salida, otras ofrecen más puertas y más intriga.
Aunque mi deseo es regresar, después de este viaje a Andalucía siento que estoy llevando buena parte de lo que vine a buscar. No es insensato deducir que Aija, nuestra sultana rebelde, fuese inspiración de personajes de la época y de las siguientes generaciones. Transcurridos casi seiscientos años de su gesta, persiste y hasta crece la fascinación por saber más de ella.
DE AIJA/AIXA COMO TOPÓNIMO
Tengo presente que la toponimia es, muchas veces, una disciplina confusa que se presta para la discrepancia. No soy un lego en la materia, mi interés nace de las dudas y cuestionamientos que han abonado mi curiosidad de toda la vida por encontrarle sentido al nombre de mi pueblo.
Dicho esto y después de ir a por mi deliciosa búsqueda en Granada, sur de la vieja Al-Ándalus الأندلس, de los rastros de la sultana A’isha, Aixa o Aija que, insisto, la conectan con el origen del nombre de mi pueblo andino peruano llamado AIJA, no voy a añadir mucho. Apenas una cita de Solís Fonseca acerca de algunos fundamentos para nombrar ciudades:
“Las clases de motivos toponímicos se emplearán:
A) Motivos ideales
- Personajes históricos
- Sucesos históricos
B) Motivos Reales:
- Configuración geográfica o relieve
- Propiedades físicas del terreno
- Características ambientales (cromatismo, etc)
- Recursos: zoológicos, botánicos, hidrológicos, etc. “
REFERENCIAS
“Reina Çittihaxa (Sayyida Aixa), madre del rey Muley Baddali (Mawlâ-nâ Abu 'Abd Allâh, Boabdil), señora reine, la buena, la limpia,  la nonbrada, la escoxida, la alta, la cumplida, nuestra señora Haxa (Aixa), hija de nuestro señor el rey, el poderoso, el alto, el nombrado, el magnífico hijo de nuestro señor el rey, el alto, el poderoso hijo de Nasr (Muhammad (X o IX) el Zurdo)”.
Cita textual del documento, traducido del árabe al castellano, de la compraventa de la Alquería de Cijuela, una de las propiedades de Aixa en favor de Francisco de Bobadilla del 11 de septiembre de 1492.
** "Mediaron algunas contestaciones acerca del ceremonial con que los reyes debían tratar a Boabdil y a los individuos de su familia en el acto de la entrega. Aixa, altiva y de ánimo alentao aun en las ocasiones más adversas, hizo entender a Aben Comixa que como sultana madre no consentía que su hijo se sometiese a la humilde etiqueta de besar la mano de sus vencedores, y que si no se modificaba esta parte del ceremonial, pondría en acción los medios de prolongar una resistencia que escusaso tales afrentas."
Preámbulo y Protocolo en la entrega de las llaves del Reino de Granada por Boabdil a los reyes Católicos Fernando e Isabel. Testigo, el Cardenal D. Pedro Gonzáles de Mendoza.
Francisco Bermúdez de Pedraza
Luis Seco de Lucena
Ginés Pérez de Hita
Antonio Peláez
José Castro de Orozco
Jerónimo Jiménez de Urrea
Luis Mármol y Carvajal
Antonio de Villegas
Hernando de Baeza
Eugenia Fonsalba
Balthasar de Monconys
Rachel Airé
Antonio Malpica
Luis Repiso Hurtado
Fernando Ramírez de Luque
Nicasio Alvarez de Cienfuegos
José López de Coca Castañer
Instituto Cervantes
Bruno Alcaraz Masáts
Patricia Yanguas
Miguel Lafuente Alcántara
Nubdat al-‘Asr (autor desconocido)
Instituto Valencia de Don Juan
Instituto Felipe Solís
Gustavo Solís Fonseca
“Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa” - Autor desconocido
“Isabel” - Serie de televisión
Alicia Borrachero
Imperio Argentina “La canción de Aixa”
“Réquiem por Granada” - Serie de televisión
Delia Boccardo
Fotos: Cuesta de Aixa - Granada (Foto del autor, año 2019)
"Salida de la familia de Boabdil de la Alhambra" - Manuel Gómez Moreno, año 1880). En ella se puede apreciar a la sultana Aixa.

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