Porque 48 millones de personas latieron al unísono en ese momento en el que Iniesta (de mi vida) marcó el gol más celebrado de la historia. Eran tiempos de crisis, lo siguen siendo, pero días como aquel lo curan todo. Por ellos, por nosotros, este pequeño homenaje, un año después de que nos convirtiéramos en un país con estrella. Por fin!