Ya ha pasado un año y me parece mentira.
He vuelto a ver el vídeo y he vuelto a sentir lo que sentí sobre el escenario.
Miedo, nervios, amor por la música y todo lo que ella representa para mí.
He vuelto a vivir esos tres minutos y medio casi en que me evadí de todo y tan sólo canté. Y puedo decir y repetir que me siento orgullosísima de esta actuación donde salí de mi cascarón y canté, de nuevo, delante del público.
Sensaciones indescriptibes.