Pintura: Lucian Freud Hotel Bedroom, 1954
Lo evidente es que se casaron y la conviviencia afectiva debió de durar lo que duró la atracción sexual. Era una ejemplar representación del matrimonio como institución de la que dos personas cuelgan su vida como se cuelga la ropa al llegar a casa: nadie se divorcia de un armario ropero.
J.M. Guelbenzu
Fragmento de " La noche en casa"