Me dejaste
un beso en la boca
y un nudo en la garganta
llegada el alba, amanecido sin ti.
Volverán mis labios
a buscar un acuerdo contigo;
te pedirán que les dejes entrar,
te pedirán
que néctares y ambrosías
recorran las comisuras como ríos de lava,
que el labio de abajo labre de estrellas tu piel,
que el arco de cupido
recoja el fruto de tu pecho herido,
de amor herido, herido de bocas de miel.