Seguramente más de una vez te hayas planteado si de verdad vales para ser actor o si hay alguna aptitud innata que te falte y no sepas.
Hoy vamos a tratar este tema tan polémico, ya que cada persona, sea actor o no, tiene su propia opinión al respecto. Esperamos que tras leer el siguiente análisis saques tus propias conclusiones y, por supuesto, ¡se las cuentes al resto de lectores!
1º opinión: un buen actor nace
Muchos afirman que un buen actor debe contar con unas cualidades especiales desde que nace, que o se tienen o no se tienen. Y es que, según este punto de vista, por muchas escuelas a las que vayas o muchos papeles que consigas, si no se te da bien y no tienes aptitudes para ser actor, nunca llegarás a ser bueno.
¿Cuáles son estas aptitudes o capacidades necesarias?
La gente suele creer que los ingredientes del buen actor, que se pueden detectar incluso desde que eres un niño, consisten en ser extrovertido, gracioso, tener desparpajo… Anda que no habrás escuchado decir a padres o amigos frases a este tipo de personas como: “tienes madera de actor” o “¡se te daría muy bien!”.
Sin embargo, en Premiere Actors pensamos que esos requisitos no son realmente clave, puesto que conocemos actores con un talento impresionante, y que son bastante tímidos, vergonzosos e incluso muy serios.
Creemos que, para ser un buen actor, se necesita principalmente:
- Mucha confianza en uno mismo: las personas seguras y que se aceptan incondicionalmente tienen mayores posibilidades de ser grandes actores.
- Ser un buen comunicador: la interpretación se basa en comunicar al público emociones, ideas, historias… en el momento en que un actor sepa transmitir su mensaje para que llegue al espectador, diremos que es un buen actor.
- Tener mucha paciencia: las personas que necesitan ver resultados rápidos e inmediatos suelen echar por tierra cualquier posible talento artístico que tengan. Los buenos actores, para poder descubrir y desarrollar todas sus aptitudes, aprenden del proceso con perseverancia y conocen a fondo las herramientas con las que cuentan.
2º opinión: un buen actor se hace
Otros muchos son partidarios de que, hasta el actor más negado, con formación y experiencia, puede llegar a ser un gran actor. Sólo hace falta tener ese objetivo claro y trabajar muy duro.
Por tanto, los defensores de esta posición creen que para saber cómo trabajar un personaje, integrarse en un rodaje, entender un guión correctamente, conseguir dinamismo en una obra de teatro… es fundamental dominar una técnica. Y esto exige tiempo, voluntad y capacidad de aprendizaje, independientemente del nivel del que partas.
Quizá al principio te cueste más que a tus compañeros, pero si te tomas en serio practicar todo lo que sea necesario y descubres tus propios recursos interpretativos, seguro que llegas tan lejos como te propongas. No hay nada mejor que superarse y sorprenderse a uno mismo.
3º opinión: un buen actor nace y también se hace
Existe una tercera opinión, que compartimos el equipo de Premiere Actors, que apuesta por mezclar las dos anteriores: un buen actor nace, pero también se hace. Es decir, tan importante es que los actores contéis con unas aptitudes innatas, como que las desarrolléis a base de aprendizaje continuo.
Decimos “continuo” porque igual que el actor se hace, también se deshace cuando deja de entrenar, formarse o trabajar sus habilidades artísticas.
Llegó tu turno, y es que estamos deseando escucharte Cuéntanos tu opinión, ¿el buen actor nace o se hace? Si crees que ambas opciones son compatibles, ¿alguna tiene preferencia sobre la otra?