Hace mucho, mucho tiempo, un matemático formuló el Principio de Incertidumbre, que venía a decir que nada puede predecirse, que nada está escrito, que siempre, siempre queda un margen de incertidumbre en el conocimiento humano.
De algún modo a mí este principio me inspira que no estamos solos. Que para todos, el margen de incertidumbre es igual. Y que todos, dentro de él, estamos juntos aun cuando nos sentimos más solos. La historia no ha terminado, así que adelante. Quizá los días malos, o grises, esos días en los que no queremos saber nada de nadie o todo nos da pereza, se queden... pero quizá no. Y con esa incertidumbrede si el día de mañana merecerá la pena o no, podemos formular un nuevo principio: sigamos, puede que todo cambie... y puede que los días que vienen, traigan esperanza.
Una buena dosis de felicidad para vosotros, bandido y bandida...
... Y mucha, mucha incertidumbre (de la buena).