Revista Talentos

Un cafe al caer la tarde de un domingo

Publicado el 10 diciembre 2011 por Jeanquiros
Un cafe al caer la tarde de un domingo
Hay cosas difíciles en la vida, hay cosas que son necesarias para poder continuar, hay momentos en que quieres mantener la esperanza solo por querer creer, pero esa misma esperanza que resulta una simple mentira que nos repetimos como una excusa para decir que ella aun nos ama, esa termina siendo una pequeña cárcel, puedes estar tomando un café al caer la tarde de un domingo, puedes estar ahí teniendo una agradable conversación con una hermosa mujer y solo piensas en ella, y solo piensas que no debes apresurar el paso, por si ella decide ampliar esta historia, te mantienes al margen con las nuevas posibilidades solo por esperarla, sonríes, hablas, respiras pero solo deseas que sea con ella, entonces tratas de terminar la velada rápidamente solo por esperanzas, te dices a ti mismo aun no es tarde, puedo escribirle, puedo hallarla, puedo buscarla y con un detalle agradable le robare una sonrisa, y esa es mi entrada para recomenzar una historia ya cancelada, pero no todo sale como soñamos, porque al soñar despierto no contamos con la indiferencia, con la antipatía, luego recuerdas los momentos antes de que se marchara y te das cuenta que siempre has estado con detalles agradables, siempre has estado robándole sonrisas, así que es momento de salir a pensar, caminar con la frialdad que a veces poseo, analizar la situación, y en un punto determinado de la caminata me  detendré, sonreiré porque di con la repuesta adecuada… si…, es momento de embalar los recuerdos, es momento de dejar a un lado las esperanzas (esto es algo que casi nadie se diría a sí mismo), pero es lo mejor, he de canalizar esas esperanzas en proyectos más probables, es hora de creer solo en lo  que es posible, es hora de dejar que cada quien se guie por su propias decisiones y su propia suerte, es momento para escribir, para encontrarse nuevas inspiraciones, de sonreírle si la consigo por la calle, de disfrutar el día, de la vida, sentarme en una plaza y observar la gente transitar, imaginar sus historias y crear nuevos personajes, de sentirme libre, de viajar recorriendo cada rincón que me espera, de que nazcan nuevos besos robados con pasión en medio de la oscuridad, es momento de tomarme un café al caer la tarde de un domingo y solo pensar en la persona presente.Jean C. Quirós Un cafe al caer la tarde de un domingo

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista