Un carta-cuento

Hace mucho que no escribo, hace mucho que no escribo bonito, bonito como tus ojos azules, el mar también es azul, aunque a veces tiene matices verdes e incluso un día vi el mar gris, no era un sueño era pura verdad.La verdad resulta impertinente e insulta; “María la de los pollos pían” (es la dueña de la granja-escuela), un día me contó una gran verdad sobre la vida, ella no hablaba mucho de sus sentimientos, es muy metida para dentro, es una mujer de las de antes, sufrida y con ojeras oscuras.Esta tarde estaba inspirada y tenía ganas de chácharas y me contó que el amor ese el de las películas era muy bonito para verlo en el cine pero que luego eso no existe.Luis nunca le había dicho te amo pero un día le dejó una maceta con rosas para su patio, otro día le invitó a un vino con un poco de gaseosa en la verbena de la Virgen del Carmen y ella pensaba que esos gestos le decía que su Luis a su manera la quería bien, también me dijo que nunca le puso una mano encima, era muy trabajador, callado, ah y también le regaló un trozo de tela para hacerse el vestido de lunares blanco y negro para las noches de verano.Me contó y contaba “el misterio de la vida es lo que hace grande a la vida”, preguntarse porqué te pasan las cosas es insultar a Dios, tu vives, reza, ama, se amable con todo el mundo incluido los gatos, por cierto, cada día me gustan más los gatos.