(Dirigida por Francisco Lombardi – Perú 2008)
Si tuviera que describir el cuerpo de esa mujer diría que tiene el labio inferior grueso, la nariz respingada, los senos de base ancha con la aureola marrón expandida, su derrier grueso y redondo, su piel suave, sus dedos pulgares del pie medios redondos y grandes. A esa belleza le agregas unos aretes y una fina cadenita alrededor del cuello. Ella es Mariana. No la puedo oler si no te diría que huele riquísimo, ese olor tan rico que se siente cuando después de hacer el amor, su olor de hembra queda impregnado en ti por horas y no haces más que pasar tu mano por tu nariz para sentir que es nuevamente tuya.
Una serie de muñecos aparecen en la pantalla, entre ellos destaca el de una muñeca con lentes que tiene un libro de Heidi en sus manos. Parece estar leyéndole el cuento a un muñeco bebé que está echado en su camita con su conejito marrón.
Un hombre viejo, al que llaman Capitán Burdeles (Gustavo Bueno) abre la puerta de la casa donde habitan las muñecas. Es una casa antigua de Lima, de esas que parecen haber quedado paradas en el tiempo y los dueños conservan sus muñecos, sus viejos sillones de los clásicos colores rojo y verde oscuro, sus fotos en blanco y negro, cuadros de pinturas de paisajes, espejos, adornos de porcelana estilo francés, cortinas por aquí y por allá, sillas antiguas de finales de 1800 y un teléfono de esos que había que girar el dial. Esa residencia, la usa el Capitán para realizar una reunión mensual con tres amigos. Juegan a las cartas y preparan pisco sour. Por eso al llegar a la casa, el Capitán trae bolsas con limones, hielo y cuatro botellas de pisco en sus distintas variedades acholado, quebranta, etc.
Un amigo del Capitán es Doctore (Gonzalo Torres), visitador médico que hizo un año de estudios generales en medicina y por eso tiene pretensiones de ser como un doctor. Doctore tiene un amor platónico y es feliz sólo con mirarla. Sus amigos piensan que es un cojudo porque no se la tira.
Otro amigo es Coraza (José Miguel Arbulú), es el más joven del grupo. Trabaja como cajero de ventanilla en un banco. Odia su trabajo, eso de contar tanto dinero para los bolsillos de otros. Coraza es un tipo extraño, siempre mira a todos como buscando una respuesta.
Finalmente está el Negro (Haysen Percovich) que junto con el Capitán Burdeles son los más pendejos del grupo. El negro se agarra buenas hembras por eso Burdeles se pregunta: Cómo una hembra tan rica puede tirar con un negro tan feo.
Llegan a la cita de costumbre, tanto Doctore como Coraza, sólo falta el Negro. Lo llaman a su celular y él les responde que está cagado. Lo buscan en un restaurante de Chorrillos y él les confiesa que saliendo de una parrillada se encontró con Mariana (Carla Vallenas), se le veía con un vestido tan rica que decidió llevarla al hostal para hacerle el amor, una media horita, por última vez. Sin embargo, ella le pidió cosas más serias cuando estaban en la cama, y él la golpeo en el cuello, dejándola desmayada. Él tiene miedo que le haya ocurrido algo serio a Mariana. Los cuatro amigos van al hostal a buscar a la muchacha. En el cuarto 204 un cuerpo desnudo los está esperando. Los amigos del negro la miran atentamente, la contemplan, se deleitan, esa mujer está bellísima, parece dormir, inclusive en un momento su cuerpo se sobresalta. Burdeles se jacta de conocer 17 tipos de senos, según él los de Mariana están ahí en una posición expectante. Solapadamente, Coraza agarra los zapatos de la muchacha y luego su ropa, sin que nadie se de cuenta empieza a olerlo. Disfruta de ese momento. Por su parte Doctore pretende examinarla como si fuera médico. A uno de los 4 se les ocurre que lo mejor sería llevarla a la casa de Burdeles, quizá ahí se reanime. Es mejor que esté en cualquier sitio menos en un hostal. Al llegar a casa, Doctore descubre que Mariana ha muerto. Y ahora que van hacer, el negro dice que él la dejo viva cuando salió del hostal, él no la mato. Doctore dice que hay que llamar a la policía. Burdeles dice que Doctore es un huevón. Coraza, solapadamente comienza a lamer el cuerpo de Mariana. A alguien de pronto se le ocurre apostar que él que pierde en el juego de las cartas, se las vera que hace con la muerta. Todos aceptan, algo está por ocurrir.
Francisco Lombardi nos invita a disfrutar de una cinta totalmente distinta del cine que nos tiene acostumbrado. En primer lugar la música tétrica se da sólo al inicio de la película, en la presentación de las muñecas de la casa donde juegan cartas los cuatro amigos. La música sólo aparece en tres escenas más, lo demás es lo que hablan los actores y los ruidos de la calle, nosotros presenciamos la conversación de cuatro amigos y es como si fuéramos el quinto amigo que al igual que Coraza solapadamente observamos y descubrimos el mundo interior de cada uno de los amigos reunidos. Burdeles que está enamorado de una puta y se siente débil por ese motivo, el Negro que aspira droga en el baño, Doctore que llora por todo y Coraza que en el baño no se sabe lo que hace pero luego de salir se huele los dedos índice y anular.
En segundo lugar escoge actores desconocidos para el cine pero conocidos por su actuación en televisión. Un acierto escoger a Percovich, cuando actuó en la miniserie “Misterio” estuvo sensacional. En esta película confirma lo buen actor que es, al igual que Gonzalo Torres. El actor que interpretaba al curita mañoson de la miniserie Pataclaun, nos entrega un inolvidable personaje soñador.
La revelación es Arbulú, al cual nunca lo había visto actuar. Nos sorprende gratamente.
En tercer y último lugar el final de la película para algunos no les puede gustar. Para otros, como yo, si me deja un buen sabor. La escena final estilo nueva ola francés donde uno le asigna el valor que le quiere dar al conjunto de la película. Una cinta hecha para usar el cerebro.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default