Magazine

Un debate de reproches y no de política

Publicado el 15 julio 2010 por Jesús_martínez
Después de la decepción sufrida con un nuevo fiasco de debate en el Congreso de los Diputados, dejo algunas reflexiones:
  • El debate no sirvió más que para acentuar la separación  entre Gobierno y oposición y la falta de sentido de Estado de ambos para llegar a acuerdos con los que salir juntos de esta crisis económica. Reproches, reproches y más reproches en un durísimo cara a cara entre los dos grandes líderes que decepcionó por la falta de política con mayúsculas.
  • Zapatero apartó la chistera de los anuncios populares de años anteriores y pidió un sacrificio extemporáneo (lo tendría que haber reclamado hace dos años y seguro que hubiera sido menor) que no se sostiene, porque mientras pone bocabajo a los ciudadanos medios para que caigan todas las monedas, los ricos siguen pensando sin preocuparse (no hizo ni una sola mención a esa famosa tasa para los que más tienen que anunció hace unas semanas).
  • El presidente aún nos debe a los españoles una verdadera explicación sobre el por qué de su viraje hacia medidas de corte claramente conservador, pues no basta con decir que las circunstancias son las que mandan. Sus intervenciones sólo sirvieron para justificarse sin que hubiera ni un ápice de autocrítica por haber abandonado definitivamente sus políticas sociales.
  • Rajoy volvió a presentarse con un discurso repleto de reproches, pero sin ninguna propuesta. Los españoles nos hemos quedado nuevamente con las ganas de saber cuál es su alternativa a los recortes planteados por Zapatero  o a reformas como la laboral o la de las pensiones.
  • Salieron a relucir, como no podía ser de otra manera, las elecciones anticipadas. Rajoy las pidió hasta cuatro veces, demostrando que en el PP no preocupa la salida de la crisis, ni cuál debe ser la fórmula para alcanzar una recuperación sostenible… No, lo que verdaderamente inquieta es el sillón y por éste luchó el líder de la oposición todo el debate.
  • Por último, volvimos a sentir vergüenza de los representantes públicos en una sesión en la que el presidente del Congreso, cual profesor en un aula repleta de niños, tuvo que mandar callar una y otra vez. El espectáculo en el lugar que representa a todos los españoles fue de nuevo lamentable.

También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :

Dossier Paperblog