“Yo nací un día que Dios estuvo enfermo”.
César Vallejo
Yo nací el día que dios estaba triste.
Triste de estar solo.
Triste de estar lejos e inaccesible.
Y mientras él refunfuñaba,
Mientras él se adormecía
En esa recóndita soledad,
Yo llegaba a los empujones.
Yo nací el día que dios se sentía solo;
Y me tiró de panza al barro extenso
De anchos territorios desolados.
Seremos dos los tristes,
Seremos dos los solos…
Yo nací el día que dios estaba enfermo,
Enfermo y postrado,
Postrado y casi ausente,
Y mientras él se auto curaba,
Me dejó caer del avión sin paracaídas.
Seremos dos los solos,
Seremos dos los tristes.
Patricia Lohin
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