Revista Diario
Parecía que sería un sábado normal, fui al trabajo y a la hora me avisan que el servidor está en mantenimiento por lo que no quedaba otra que volver a casa, mi meta del día era hacer una limpieza profunda al estilo Marie Kondo, tirar todo lo que no sirve, dejar todo reluciente para los nuevos desafíos de la semana, comencé lavando los cubiertos y todo iba super bien hasta que toco el grifo y sencillamente cae estrepitosamente llenando la cocina de agua en segundos. Caos, no sabía donde estaba la llave para cerrar el paso del agua, un desastre, pido ayuda a los vecinos que acuden rápidamente, cambio de grifo a una hora del desastre, podía continuar limpiando, pero sencillamente con tanto alboroto quedé exhausta.
Me fijé en el celular, los profes instituto de fotografía estaba organizando un safari fotografico, miré el piso secandose lentamente después de la mini inundación, miré la foto del flyer de la invitación al safari, sentí que Yemanya me llamaba para calmar las emociones con agua de río y no había nada más que pensar, en una hora estaba en la barcaza que nos haría cruzar el río Paraguay, la limpieza profunda tendría que esperar.
Es increíble la cantidad de contrastes que tiene Chaco´i, en pocos metros encontré balsas, casas abandonadas, paisajes de ensueño, vacas, tierra roja, ribereños muy sacrificados por la dureza del río que no perdona nada, también entramos en una casa rarísima, de lo más extraña que mis ojos vieron en mucho tiempo, llena de maniquíes, objetos raros y una energía que me asustó un poco, el dueño de la casa también era muy peculiar 😅 El atardecer tendrá que ser otro día porque las nubes hicieron su propio show tapando todo 😅, lo único que no me gustó nada fueron los mosquitos que aparecieron en tropel, de repente y con hambre, si van lleven mucho repelente. Dejo algunas fotos de este día pasado por agua.