Revista Diario

Un día Perfecto

Publicado el 25 octubre 2014 por Rocío @catpeoplees

Un día perfecto - Melania G. Mazzucco

La noche se hace extraña y, desde arriba, aquel barrio iluminado de casas idénticas parece una maqueta; recortado sobre la noche se antepone la silueta de un tren de mercancías. La máquina, a contraluz,  parece una locomotora antigua del siglo XIX y me parece estar fuera del tiempo, lejos de dónde estoy. Lo dejo marchar y, con la velocidad, también las casas desaparecen volviéndose diminutas.

Cierro el libro que he venido leyendo cada noche, Un día Perfecto de Melania G. Mazzuco, y tomo aire, que parece haberse vuelto más denso dentro del autobús. Las últimas 130 páginas las he devorado de un golpe.

Se hizo de noche en la estación y todo el trayecto peleo con la iluminación individual que parece, en sintonía con el libro, apuntar con su brillo al lugar equivocado.

Un día Perfecto de Melania G. Mazzuco

Y aunque se tratara de un deslumbramiento, aunque no existiera luego ni conquista ni posesión, la felicidad es precisamente vivir así, no querer ser nada más que lo que ya somos.

El relato tiene su punto de partida en la canción A perfect Day de Lou Reed y nos adentra poco a poco en la intimidad de dos familias italianas, de dos clases sociales totalmente opuestas, situándonos luego en el punto de vista de cada uno de los personajes.

Emma Tempesta y Antonio Buonocore son un matrimonio que acaba de separarse y dónde la violencia sigue aún latente. Tienen dos hijos Kevin, de siete años, y Valentina, de catorce.

Antonio es el guardaespaldas y chófer de Elio, un político en campaña de una familia acomodada que también está a punto de derrumbarse.

La segunda familia la componen Elio Fioravanti, su mujer Maja, su hija Camilla (también de siete años y compañera de colegio de Kevin) y Aris, hijo de Elio de un matrimonio anterior.

El relato lo completan el profesor de Valentina y su amante, un presentador de televisión apodado Míster Verdad, casado con una mujer y del que sabremos poco a lo largo del relato; apenas a través de llamadas telefónicas y pantallas de televisión.

El libro se divide, a su vez, en veinticuatro capítulos que narran hora a hora un día crucial en la vida de cada uno de los personajes. Es un libro amargo, de personajes que, por alguna razón, ya se saben fracasados desde el primer momento.

La novela te atrapa como te atrapan y sobrepasan con su ritmo frenético las grandes metrópolis y nos deja dentro la sensación de que lo que pasa en nuestras ciudades también ocurre en nuestras vidas; la ciudad de Roma cala en cada una de las almas de los personajes de la novela. Roma es una ciudad bella pero en ruinas, al igual que la vida de Emma Tempesta.

El libro tiene una literatura que te absorbe, de tensión creciente y que, al final del relato, te golpea con crudeza y te obliga a volver a leer de nuevo el capítulo primero desde una nueva mirada.

Un día perfecto - Melania G. Mazzucco


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