Un, dos, tres…

Estos días que estuve jugueteando con unas piedrecitas de ojo de tigre. Hace unos años me regalaron un colgante que me encantó, pero por dos veces se esparramaron sus piezas, la primera vez fue la peque, se lo quiso probar y tiró más de la cuenta, lo arreglé no hace mucho con una chafa, pero se rompió… Pensé en sustituir el hilo, pero –por extraño que parezca- no tengo de este tipo.

Pensé en reconvertirlo y hacerlo con menos piedras y con un tipo de cadena finita, en lugar de los plásticos he utilizado bolas checas que se parecen a las swarovskis -las compré por error- pero cuando casi lo había acabado el agujero de la pieza central no permitía pasar otra vez la cadena, así que lo dejé e hice los pendientes.

Lo que sí hacía mucho que había comprado y nunca había usado es elástica de silicona, así que le tocó el turno a la pulsera, ya tenemos el dos.

Y como no hay dos sin tres, dudé si usar un trozo de alambre bañado en plata o normal para el collar y finalmente ganó el normal, me da bastante respeto usar el de plata, lo dejaré para cuando tenga más traza. Me hubiera gustado un pelín más largo pero es el trozo que me quedaba, aún así estoy satisfecha con el resultado. Tanto que me pasé el resto de la tarde haciéndole foticos con el móvil. Aquí dejo las tres que más me gustaron.

PD No lo he subido antes porque me encanta llegar al blog y ver la muñequita, sí, lo sé, debería ser más humilde, pero es que me encanta. Algo inventaré!