Un guiño a la “gran transformación”

UN GUIÑO A LA “GRAN TRANSFORMACIÓN”. 
Escrito por: MARIO SALDAÑA C. (DIARIO CORREO). 

Es cada vez más evidente el interés creciente de los actuales inquilinos de Palacio por retomar parte de la actividad empresarial del Estado, bajo un esquema parecido al modelo brasileño que podría resumirse en: “Yo soy el Gobierno, tú inversionista. ¿Quieres hacer negocios y ganar mucho dinero? Muy bien, lo que quieras, pero ojo, tienes que hacerme tu socio, además de pagarme impuestos, claro está”.

El formato brasileño, aparte de no haber sido muy exitoso (además de criticado), ha generado no solo ingentes pérdidas por la participación del Estado, sino que ha dado lugar a conocidos y gigantescos casos de corrupción.

Entonces uno se pregunta por qué si el terreno está parejo en el Perú y nuestra experiencia con la actividad empresarial del Estado fue un desastre (a tal nivel que hasta hoy seguimos pagando ese costo), tenemos que embarcarnos en cosas como las que están a punto de concretarse.

Por ejemplo, esta decisión de Petroperú de ofertar por los activos de Repsol, zurrándose incluso en el directorio de la empresa, solo por presión de la “pareja presidencial (dicho sea de paso, y hablando de este término, estamos innovando en cuanto a teoría constitucional, pues ahora resulta que elegimos un presidente pero nos gobierna un binomio; dará para el estudio).

O el caso también de Petroperú para la exploración en nuevos lotes, o la participación en el Gasoducto del Sur, o en “el futuro” polo petroquímico. Lo mismo aplica para Enapu con las futuras concesiones de puertos, sector clave y determinante para la competitividad del país. El reciente zarpazo en este sector ha sido quitarle el control en materia de seguridad a la Autoridad Portuaria Nacional (APN), donde ya participaba el Estado, pero bajo un esquema técnico y empresarial, para dárselo a la Marina de Guerra, con el único propósito de que la Dicapi recupere los pagos que antes “le correspondían” por algún tipo de servicio fantasma. Sé que me estoy quedando corto en ejemplos.

Pero entonces, ¿quién entiende a nuestra “pareja presidencial”? ¿Hay convicciones ideológicas de por medio? ¿Viejas añoranzas juveniles que se plasmaron en el archivado documento de Félix Jiménez? ¿O es que la “Gran Transformación” no se archivó? O quizá algo más simple: ¿se quiere hacer negocios “a la brasileña”?
Asimismo, todo indica que por esta vía cuasi/semiestatista se viene allanando el camino para que la eventual/futura candidatura de Nadine Heredia, o de quien finalmente candidatee por el nacionalismo en el 2016, cuente en su haber con un perfil izquierdista o centroizquierdista que la diferencie de los hasta tres o cuatro candidatos de la derecha en carrera.

Bueno, cada quien tiene el derecho de desarrollar el perfil que quiera o de pensar como quiera, pero en este caso hay una gran diferencia: lo están haciendo con nuestra plata, la de los contribuyentes.

Así que si quieren jugar al izquierdismo, está muy bien, pero que lo hagan con la suya, no con la nuestra.

FUENTE: DIARIO CORREO. http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/4271201/columnistas/un-guino-a-la-gran-transformacion