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Un híbrido entre bici y moto

Publicado el 15 julio 2009 por Alf

Vamos a descansar un poco de Impact. Ayer recibí un correo (gracias Conejo Blanco) avisándome de una noticia aparecida en el Telediario de TVE-1, el lunes 13, y que podeis ver en la propia web de TVE (minuto 26). Se trata de un vehículo híbrido entre moto y bicicleta, que según el informativo, alcanza velocidades de hasta 80 km/h, «sin más combustible que un tranquilo pedaleo» (sic), y «sin ni siquiera tener que cargar las baterías» (sic). Transcribo la explicación del periodista:

Un generador convierte la energía del pedaleo en energía eléctrica, que va a unas baterías, que se cargan sólo al pedalear.

Más adelante, añade: «Sin motor, sin depósito, gasto nulo, nula contaminación, esfuerzo mínimo». ¡Vaya! ¿Se ha descubierto por fin la máquina de movimiento perpetuo? ¿Se tambalea la termodinámica? Pues no.

A cualquier persona (no es necesario que sea un físico), deberían de saltarle alarmas en su cabeza al escuchar la descripción del invento, como seguro que os han saltado a vosotros. Repitamos todos juntos uno de los pilares de la física: «La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma». ¿Tenemos en nuestros músculos suficiente energía como para acelerar la masa de la moto y nuestro propio cuerpo, hasta 80 km/h en poco tiempo? No ¿verdad? Entonces ¿cómo funciona realmente la bici-moto? ¿De dónde saca la energía?

Visitando la web oficial del producto, buscando y leyendo detenidamente, descubrimos que la bic-moto sí que tiene un motor. Un motor eléctrico, alimentado por unas baterías que deben recargarse utilizando una toma doméstica de 220 V, dotando al vehículo de una autonomía que oscila entre los 60 y los 80 km. La cosa cambia ¿no? La función principal de los pedales es la de regular la velocidad. En vez de un acelerador convencional en el manillar, se utiliza el régimen de pedaleo para establecer una velocidad. Un sistema electrónico mide dicho régimen, y acelera o decelera el motor. La idea es proporcionar una experiencia similar a la de montar en bicicleta, pero viajando en moto. Pero lo que impulsa la moto es su motor eléctrico.

Otra cosa es que la energía cinética del pedaleo se aprovecha para cargar parcialmente las baterías, pero la principal fuente de alimentación, como ya he dicho, es la red eléctrica. Además, utiliza un freno regenerativo que, cuando queremos aminorar, transforma la energía cinética del vehículo en energía eléctrica. Todo muy aprovechado.

Hay que decir quer la web oficial del producto puede llegar a ser confusa. En las FAQ, no se especifica en ningún momento que las baterías se deban recargar enchufándolas a la red eléctrica, si bien se menciona la autonomía del vehículo (y cualquiera puede razonar que una autonomía limitada implica que no sólo se recargan las baterías pedaleando al circular), la vida de las baterías, y el coste económico de cada recarga. Hay que descargarse el folleto en PDF para encontrar la mención a cómo se recargan las baterías (con una toma eléctrica convencional, como ya he dicho), el tiempo de carga (entre 3 y 4 horas), y la energía que pueden acumular (2,9 kWh), así como la potencia del motor (8 kW). Pero eso no es excusa. Cualquier persona con un mínimo de cultura (aunque sea de letras), debería conocer la ley de conservación de la energía.


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