Hay libros que me gustan no porque me recuerden a alguna frase o argumento particular la magia en ellos reside más lo que al tocarlos y verlos representan, funcionan activando en mi mente recuerdos transportándome a otro tiempo más que olor a libro seria olor a familiar eso pasa con esta colección de libros eran de mi abuelo y después de que el murió fue mi lazo con él, la forma de seguir juntos de entendernos estos libros me despertaron a la lectura me hicieron amarla.
Pronto pondré reseñas de libros, aun estoy pensando con cual empezar. Mientras dejo un fragmento del libro La Canción Número 7 escrito por Lena Blau.
Los libros son como almas dormidas que solo cobran vida cuando alguien los disfruta. No son adornos para hacernos parecer más cultos, son espíritus que necesitan de nuestra atención para no caer en el olvido.