El libro del que nos habló la autora es “La noche más oscura”, aunque antes disertó acerca de alguna cuestiones metaliterarias muy interesantes. Un libro, nos dijo, no sea crea hasta que el lector le da vida; mientras tanto el libro está muerto. El libro viene a ser una historia de amor que no crea el escritor ni el editor; sino el lector que es quien, en definitiva, termina el libro y le da forma a las palabras.A continuación. Ana Alcolea se centró ya en el libro leído por el alumnado del Centro. Comentó que en una de sus estancias en Noruega, conoció un faro, que es el origen de toda la novela. A la autora se le ocurrió pensar cómo sería la vida en el faro Kjeungsjaer Fyr situado en un islote, con un pequeño muelle. Cuando lo visitó se llevó un cuaderno para tomar notas sin imaginar que ya había comenzado a escribir la novela.Cerca del faro, se encuentra una granja austera que es, en el libro, la “Perla Blanca” ya que, por la noche, desde el faro, se veía la casita blanca. Además, cerca había un almacén, destinado a pequeño museo, en donde pudo contemplar una serie de recuerdos de los prisioneros rusos que estuvieron en el lugar cuando la II Guerra Mundial. Encima de una mesa, una cuchara conmocionó a la autora ya que supo, a ciencia cierta, que el propietario de ese utensilio estaría muerto. Le impactó también leer una lista con 60 nombres de muchachos, todos prisioneros rusos. De ahí extrajo el nombre de Dubrowski, un personaje muy importante en su novela.Ana Alcolea sabe que no puede cambiar el pasado, pero sí, gracias a la literatura, corregirlo. Y eso hizo con “La noche más oscura”.La escritora compartió con los alumnos y profesores diversas fotografías que conforman el embrión o el origen primero de una novela tan fascinante y premiada como “La noche más oscura”.
El pasado 19 de abril, la escritora Ana Alcolea tuvo un encuentro con el alumnado de 4º de ESO del Instituto Jaume I de Salou. También asistió 1º de Bachillerato A. Varios alumnos tomaron notas de su charla que yo he resumido aquí. Mi agradecimiento a su labor, especialmente a: Laia Panadés, Nicole Ninyà y Emma Vilajosana. Me limito a organizar sus notas y a ampliar algún pequeño detalle.
El libro del que nos habló la autora es “La noche más oscura”, aunque antes disertó acerca de alguna cuestiones metaliterarias muy interesantes. Un libro, nos dijo, no sea crea hasta que el lector le da vida; mientras tanto el libro está muerto. El libro viene a ser una historia de amor que no crea el escritor ni el editor; sino el lector que es quien, en definitiva, termina el libro y le da forma a las palabras.A continuación. Ana Alcolea se centró ya en el libro leído por el alumnado del Centro. Comentó que en una de sus estancias en Noruega, conoció un faro, que es el origen de toda la novela. A la autora se le ocurrió pensar cómo sería la vida en el faro Kjeungsjaer Fyr situado en un islote, con un pequeño muelle. Cuando lo visitó se llevó un cuaderno para tomar notas sin imaginar que ya había comenzado a escribir la novela.Cerca del faro, se encuentra una granja austera que es, en el libro, la “Perla Blanca” ya que, por la noche, desde el faro, se veía la casita blanca. Además, cerca había un almacén, destinado a pequeño museo, en donde pudo contemplar una serie de recuerdos de los prisioneros rusos que estuvieron en el lugar cuando la II Guerra Mundial. Encima de una mesa, una cuchara conmocionó a la autora ya que supo, a ciencia cierta, que el propietario de ese utensilio estaría muerto. Le impactó también leer una lista con 60 nombres de muchachos, todos prisioneros rusos. De ahí extrajo el nombre de Dubrowski, un personaje muy importante en su novela.Ana Alcolea sabe que no puede cambiar el pasado, pero sí, gracias a la literatura, corregirlo. Y eso hizo con “La noche más oscura”.La escritora compartió con los alumnos y profesores diversas fotografías que conforman el embrión o el origen primero de una novela tan fascinante y premiada como “La noche más oscura”.
El libro del que nos habló la autora es “La noche más oscura”, aunque antes disertó acerca de alguna cuestiones metaliterarias muy interesantes. Un libro, nos dijo, no sea crea hasta que el lector le da vida; mientras tanto el libro está muerto. El libro viene a ser una historia de amor que no crea el escritor ni el editor; sino el lector que es quien, en definitiva, termina el libro y le da forma a las palabras.A continuación. Ana Alcolea se centró ya en el libro leído por el alumnado del Centro. Comentó que en una de sus estancias en Noruega, conoció un faro, que es el origen de toda la novela. A la autora se le ocurrió pensar cómo sería la vida en el faro Kjeungsjaer Fyr situado en un islote, con un pequeño muelle. Cuando lo visitó se llevó un cuaderno para tomar notas sin imaginar que ya había comenzado a escribir la novela.Cerca del faro, se encuentra una granja austera que es, en el libro, la “Perla Blanca” ya que, por la noche, desde el faro, se veía la casita blanca. Además, cerca había un almacén, destinado a pequeño museo, en donde pudo contemplar una serie de recuerdos de los prisioneros rusos que estuvieron en el lugar cuando la II Guerra Mundial. Encima de una mesa, una cuchara conmocionó a la autora ya que supo, a ciencia cierta, que el propietario de ese utensilio estaría muerto. Le impactó también leer una lista con 60 nombres de muchachos, todos prisioneros rusos. De ahí extrajo el nombre de Dubrowski, un personaje muy importante en su novela.Ana Alcolea sabe que no puede cambiar el pasado, pero sí, gracias a la literatura, corregirlo. Y eso hizo con “La noche más oscura”.La escritora compartió con los alumnos y profesores diversas fotografías que conforman el embrión o el origen primero de una novela tan fascinante y premiada como “La noche más oscura”.