“Feliz chocolate, que después de haber recorrido el mundo a través de la sonrisa
de las mujeres, encuentra la muerte en un beso delicioso
y que se derrite en su boca”.
Anthelme Brillat Savarin
Cuentan de un lugar que dependiendo de la tradición, se conoce como Cielo, Jardín Florido, Aaru, Campos Elíseos, Nirvana, Praderas de las Cacerías Felices, Tír na nÓg, Valhala o Isla de los Bienaventurados, entre otros nombres y al cual irían después de morir, quienes se portan bien. Juego a la idea de q
Este viernes pasado tuve una experiencia plena de teobromina: estuve en el 15° Salón del Chocolate en París, una exposición inmensa dedicada a ese maravilloso elemento i
La edición 2009 del Salón del Chocolate tuvo como tema central la ópera (el género musical, no la torta de chocolate, aunque esta también estuvo presente). Así, el desfile de modas mencionado se inspiró en el vestuario de diferentes óperas y vi una exposición de obras de arte con temas asociados, con sorprendentes esculturas y hasta un cuadro de chocolate sobre la primera escena de baile de La Traviata. Una de las atracciones principales del
Hubo un especial homenaje al profesor Christian Cabrol, cirujano pionero del trasplante de corazón en Francia y Europa. El Dr. Cabrol ha sido conferencista en todas las ediciones del Salón y sostiene que comer chocolate, por supuesto sin excesos, es bueno para el corazón. El acto fue especial porque durante el reconocimiento se le obsequió un chocolate de más de dos kilos en forma de corazón, elaborado por un chef cuya abuela fue operada por el Dr. Cabrol hace ya muchos años y que hoy continúa viva gracias a la operación.
No sólo de chocolate vive la exposición; también había vainillas y confituras de Madagascar, panes dulces y mermeladas, moldes de repostería, especias, libros, malvaviscos y caramelos, galle
Mención aparte deben recibir varios artesanos y maestros chocolateros, tanto
En fin, una muy variopinta exhibición de tentador y pecaminoso chocolate donde aprendí cosas diversas e interesantes: por ejemplo, que muy pronto se inaugurará en París un museo dedicado exclusivamente al chocolate o que la palabra “cacao” proviene de la voz maya “cacahua” o “kaka’w” con la que los mayas designaban a la planta del cacao y que se relaciona con el vocablo “kakh” q
Me enteré también de que aunque el cacao es americano –de acuerdo con estudios genéticos, probablemente originario de la Orinoquia, donde surgiría hace tal vez unos 4000 años–, sólo dos países de nuestro continente están entre los ocho principales productores d
Una pequeña desilusión fue no haber visto presencia oficial de Venezuela, a pesar de que en la lista de expositores estaba incluida nuestra embajada –que según el plano de la exposición tendría un stand que no existió– y de una presentación de bailes tradicionales venezolanos anunciada como parte del programa artístico, que no se realizó, al menos el día de mi visita; supongo que algún inconveniente de última hora debe haber ocurrido. A pesar de ello, fue muy agradable observar que la calidad del cacao venezolano es cada vez más reconocida y que más de un artesano informaba expresamente que sus chocola
La historia del cacao está llena de deliciosas pequeñas historias. Dadas sus supuestas propiedades afrodisíacas, en tiempos coloniales algunos monjes franceses prohibieron su consumo y tanto en Francia como en España se llegó a catalogarlo de vicio; es evidente que el rechazo no prosperó. Se dice que fue el cocinero de Luis XIV quien ideó la manera de solidificar el chocolate, que para entonces sólo se ingería en forma líquida, así como el café o el té, pero la anécdota que más me divierte es la de una marquesa francesa que tuvo un hijo de piel bastante oscura y en su defensa argumentó que ello había sido el resultado de… ¡haber co
Theobroma cacao es el nombre científico del cacao. Theobroma significa “alimento de los dioses” y según la leyenda, nada menos que Quetzalcoatl, compadecido de las penurias de los toltecas, bajó a la Tierra a ayudarles y plantó un arbusto robado a los dioses, de donde surgió el cacao para darles alimento y fuerza. Es decir, si cuando me toque ir para otro mundo tengo la posibilidad de elegir un Paraíso, tal vez escoja el de los toltecas, porque allí chocolate ha de haber. No llegaré a decir aquello de que “Si en el Cielo no hay chocolate, ¡pues no voy!”, pero más le vale a Quetzalcoatl no haberse robado la única planta de cacao de allá, porque de lo contrario tendrá que vérselas conmigo; por si acaso y también para ir reuniendo energía, escribo esto al lado de una suculenta taza de espeso y humeante chocolate.
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Las fotos que aparecen en este artículo fueron tomadas por mí el viernes 16 de Octubre de 2009 en el 15° Salón del Chocolate de París. Más fotos e información sobre este salón, en http://www.salonduchocolat.fr/