Un asunto clave de la identidad es el lugar que asumes como hogar, el espacio al que perteneces.
Yo no recuerdo si pertenecí al lugar en que nací y crecí; tan ajena me siento ahora, que no podría recordarlo.
No podría pertenecer a este otro lugar, en donde vivo hace años -aquí nació mi hija, así que es un lugar donde nacen buenas personas-.
Al país, no puedo ni concebirlo como un lugar: difieren tanto el norte, el centro, el sur...
Pertenecía a mi casa, al lugar donde había paredes llenas de cuadros, muchos libros y una recámara para el sexo. Eso cambió: tengo esta mi casa que es un hogar, pero tampoco pertenezco aquí.
La madrugada del sábado tuve un terrible dolor en la rodilla izquierda: espantoso, de sentir que iba a vomitar y a desmayarme. Me hizo pensar que tal vez mi cuerpo es el lugar al que pertenezco.
Silvia Parque