Como ya os he contado en alguna ocasión mi hijo tiene pánico a las personas disfrazadas y nunca hemos conseguido disfrazarle a él. No sólo porque se pusiera malo el día del evento en cuestión sino porque nunca ha consentido que le probaramos ningún disfraz, se ponía a llorar en cuanto se lo poniamos.
Pues lo de disfrazarle a él ya es pasado. El viernes pasado era la fiesta de disfraces en el cole. Aunque no las tenía todas conmigo le compré su disfraz correspondiente. Y contra todo pronóstico no puso ninguna pega para ponerse el disfraz. Al contrario, estaba todo contento y se miraba al espejo para ver lo guapo que estaba. Lo llevo todo el día en el cole sin problemas y el miércoles se lo volveré a poner para bajar a la fiesta que hay en la comunidad de vecinos.
Y aunque todavía le da algo de miedo las personas disfrazadas que lleván la cara tapada me alegro que por lo menos ya no le de miedo disfrazarse a él.
Y aqui está, todo guapo con su disfraz: