¡¡Hola a tod@s!!
Tenía ganas de enseñaros el chill out que nos hemos montado, en el balcón de mi salón. Tiempo atrás os había comentado que quería hacer cambios, ya que teníamos una mesa y sillas de teka, muy monas, pero a las que dábamos poco uso, salvo yo cuando tengo que hacer manualidades o tuneos. Lo único que hacían era ocupar sitio y mi balcón no es tan grande como para echar a perder metros... que digo metros ¡¡ni un sólo centímetro!!
Como la mesa en cuestión es plegable y no ocupa nada, cuando está cerrada, decidimos hacerle una funda (que os enseñaré en otro post) para que no se estropeé y cuando yo la necesite para hacer mis cositas, siempre la puedo usar sin problema, porque las cositas que hemos puesto en el chill out son todas plegables o muy pequeñas y se pueden recoger en un periquete.
Hoy os enseño la "cara A" del balcón y en otro post. os enseñaré la "cara B", pero para eso necesito que oscurezca y así poder hacer las fotos, con todas las luces encendidas. No os vayáis a creer que mi balcón se ha convertido en la verbena de la Paloma, lleno de luces por todas partes... para nada... pero algo hemos puesto :-)
Sólo hemos comprado unas sillas de plástico plegables, en estas fotos se ve la de color azul, fue muy baratita, ocupa muy poco, se limpia bien porque es plástico, con lo que le pasas una bayeta húmeda o directamente en la ducha...
Unas plantitas por aquí...
Otra plantita por allá...
Un portavelas de cristal turquesa, para hacer más íntimas las veladas...
Un sprite fresquito con lima, para refrescarse..
Unas luces led muy pomposas, que le compré a mi querida Susana de Pictures of Lili...
Convertí una vieja lechera, de una vajilla infantil, en macetero...
Compré tela en Ikea y fabriqué mis propios cojincitos, llenos de pajaritos...
Una alfombra de rayas en tonos azules, naranjas y rojos...
Algún farolillo...
Un tapetito con tela original de los años 60, que le había sobrado a mi suegra de forrar unas tumbonas hace mil años... ¡¡Iba a tirar esa tela!! Me ha sobrado más para hacer más cosas...
Una visión general...
Y una caja de fruta reciclada, que pinté de blanco, con esmalte, que he convertido en una improvisada mesita para apoyar cositas...
Estoy enamorada del estampado de la tela del tapetito...
¡¡Y a disfrutar todos de un rincón nuevo en casa!!
Hasta Lucas se ha querido animar a estrenarlo...
Espero que os haya gustado. No es el chill out de nuestros sueños, pero es el que podemos tener en casa, no hay sitio para más...
Ahora a disfrutarlo los días de verano que quedan, que con suerte, aquí en Madrid se prolonga hasta octubre.
Próximamente la "cara B" del chill out...
¡¡¡Besos!!!