Hay varias versiones del parche de la Princesa de Éboli, esta es la Almudena de Arteaga en su libro "La Pincesa de Eboli". Estaba muy impaciente y quiso practicar más, y sin esperar a su Maestro pensó en buscar a un sustituto y lo encontró en un paje que aunque pequeño era muy hábil.
..."Sin embargo mi única preocupación era demostrar a mis padre mis dotes masculinas. Un día parecía estar de mejores humores le reté a tirar de esgrima conmigo. Mi sorpresa fue gratísima cuando accedió. Aquella misma tarde le demostraría mi facilidad para manejar el florete"...
..."¡En guardia!.
En ese mismo instante sentí como si algo tirase de mi cuerpo hacia delante y tropecé. El destino y mi euforia quisieron que me pisara el sayo y mi cabeza fuese a parar justo a parar al florete del paje.
Aunque este quiso apartarlo, un vil diablillo dirigiendo su mano ensartó mi ojo en la punta de su arma..."Se sabe que el parche de Ana de Mendoza de la Cerda le permitía pestañear y que era de anacoste, un tipo de lana fresca y ligera de Normandía y que debía ser miope pues tenía una letra muy grande y usaba una plantilla con renglones para escribir.