Después, T, que es lo más parecido a una anfitriona en cualquier lugar del mundo al que vayas con ella, nos conducirá por la ciudad, mientras el resto caminaremos sin fijarnos, agradecidas por no tener que pensar durante un par de días qué hacer ni a dónde ir, porque para eso ya está T.
Barcelona, esa ciudad que siempre merece la pena visitar, esta vez es sólo la excusa.
Brindar con cava en cualquier bar del paseo de Gracia, comer un arroz en la Barceloneta, dar un paseo por el Borne y colarnos en esas tiendas con escaparates que atrapan de colores y vintage, es sólo la excusa para, como dice L, compartirnos. Compartir las luces y las sombras, los proyectos-servilleta o los planes-borrón-y-cuenta-nueva.Este fin de semana, permíteme que el plan sea no tener plan, que sea solamente abandonarme al abrazo de las J's, que este pellizco de tiempo sea para ellas.
Foto: Turismo Barcelona