Un pato

  
Funkadelic- Maggot Brain  
No siempre voy "patoseando", ¡que no¡ Tengo días tranquilos en los que mi concentración es casi absoluta. En esos días nos reímos con mis dos clases de zapatos uno en cada pie. Y a mi vecino Julián le digo: "Hasta luego Manuel" mientras meto la llave de mi buzón, en el buzón de él. Como aquél día que me di cuenta de que me había equivocado de autobús al ver que giraba "pa yá" y el nuevo barrio nuevo no me gustó nada pero hacía sol, jajaja.
Otros días me resultan más enrevesados y cuanto más ganas de entrar en casa tengo para ir a mi baño, más tardan en aparecer las puñeteras llaves, entonces me enfado y vuelco el contenido del bolso sobre el suelo con muchos nervios y todo empieza a rodar, hasta los tesoros perdidos, pero las llaves no aparecen porque estaban en el bolsillo. 
Hoy contestaba con rimas a las preguntas y me miraban todos con caras raras y los ojos de par en par. Tuve que explicar que mi cerebro estaba rebotado. -¿Rebotado? decían.
- Si, rebotado que rima con atontado porque iba caminando y pensando ¡qué frío¡ cuando miré al cielo que rima con suelo y tropecé no sé con qué. Entonces mis rodillas que riman con postillas se incrustaron en el suelo, de piedra ¡eh¡, que si hubiesen sido las manos me habría quedado sin ellas y con tanta vibración que rima con tentación, dejé de saber dónde estaba y el frío se marchó. En cualquier caso, por si salía en youtube he saludado a las cámaras después de mi recomposición.