“Un pequeño favor”, de Darcey Bell.

Publicado el 10 julio 2018 por Marga @MdCala

“Estoy hasta las narices de ser considerada una estúpida”. ¿Qué os parece la frase? No la digo yo, que podría, sino Stephanie, una de las protagonistas de “Un pequeño favor”, la primera y exitosa obra de Darcey Bell, maestra de preescolar en Chicago, que debuta en el mundo literario con un libro ya convertido en película… Lo que se dice llegar y besar el Santo. Un milagro actualizado.

La sinopsis de la novela dice lo siguiente: “Todo empezó con un pequeño favor. Cuando su mejor amiga, Emily, le pide a Stephanie que recoja a su hijo a la salida del colegio, ella accede encantada. Stephanie, una joven madre viuda, se sentía muy sola hasta que conoció a Emily, una sofisticada ejecutiva cuyo trabajo absorbe todo su tiempo. Pero ahora Emily no regresa. No contesta a las llamadas ni a los mensajes. Stephanie sabe que algo va terriblemente mal: su amiga nunca abandonaría a su hijo, no importa lo que diga la policía. Aterrorizada, pide ayuda a las lectoras de su blog y contacta con el marido de Emily, el distante y atractivo Sean. Y no tarda en recibir una noticia escalofriante. Pero pronto Stephanie se dará cuenta de que nada -ni la amistad, ni el amor, ni siquiera un pequeño favor- es tan sencillo como parece”.

Leída casi del tirón (y son 373 páginas), esta adictiva novela de intriga habla de la inocencia y de la maldad, de los secretos inconfesables, de la vida oculta de cada cual, y de que nada es lo que -en principio- parece. Lo bueno no es tan recomendable, y lo malo… igual es aún peor. Lo sofisticado y lo simple. La inteligencia y la estupidez. La lucidez y la demencia. Los vicios. Las tentaciones. Las vanidades. Los hijos y las “capitanas mamás” (madres monotemáticas). La mujer dominante. El hombre sumiso. Casi irrealidades… pero es ficción, es novela -de la buena-, y salvo alguna confusión argumental (que detallo al final en “DESTRIPE”), y algún lapsus ortográfico, el primer trabajo de Darcey Bell luce magnífico en librerías (genial su portada), incluso un año después de su primera edición (SUMA está detrás, y con eso ya está dicho todo). A mí, en particular, no solo me ha encantado el retorcimiento delirante de Bell, sino que me ha dejado un poso mental, un reto mayúsculo, y es el de intentar hacer mi propia novela de intriga con final incierto (Evocación sería un cuento de hadas, en comparación), y así aprovechar lo que escucho a menudo, que apunta a una complejidad imaginativa incluso preocupante… Ya veremos.

DESTRIPE (¡Leer DESPUÉS del libro!):

En una conversación entre amigas, Emily le explica a Stephanie el motivo de su ausencia, pero le ofrece dos motivos (que mantiene, más o menos, a lo largo de la narración). El primero es que fue a salvar a su hermana, después de una llamada de alarma de esta. El segundo es que tenía que escapar de los malos tratos de su marido. Ambas explicaciones unidas se muestran incoherentes e innecesarias (no guardan relación), pero su amiga las acepta con total normalidad (sabemos que es estúpida, pero ¿tanto?). El hecho de culpar a Sean de la muerte de Evelyn tampoco se entiende bien, salvo si atendemos al deteriorado estado mental de la desaparecida, en cuyo caso todo se explicaría. Incluso que esta defienda y crea sus propias mentiras. 

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