Un perro en la ventana

Es la escapada de fin de semana a Sigüenza que hicimos con unos amigos pasamos por una calle bastante pintoresca. De estas tradicionales que hay subiendo al castillo pero no de las que están excesivamente bien cuidadas ya que son secundarias.Cualquiera que haya visitado Sigüenza ya tendrá en mente el tipo de calle, pero para aquellos que no habéis hecho ese viaje todavía (y que os recomiendo para un fin de semana) estamos hablando de calles adoquinadas, con verjas de hierro en las ventas y con una pendiente muy pronunciada (gracias a esto se dice que no hay ni una mujer seguntina con el culo caído).Mientras subíamos me fijé en el perro de la fotografía. Ni ladraba ni movía nada más que la cabeza. Solo observaba a la gente que pasaba y les seguía con la mirada hasta que se cruzaba otra persona.De hecho pasaba tan desapercibido que cuando me di la vuelta y dije “Voy a hacerle una foto a ese perro” un amigo me preguntó a qué perro me refería.Bajé por la cuesta y encuadré.El problema era que el perro se había fijado en mí y no dejaba de mirarme. Yo quería una en la que el perro mirase a alguno de los lados y aunque esperé un poco no dejaba de mirarme. Para solucionar eso tuve que decirle a mi amigo que llamase su atención y por suerte el perro le hizo caso.El encuadre lo pensé para seguir la “regla” de la mirada aprovechando un desconchón de la pintura de la pared para dar más equilibrio a la foto.Para terminar recuerda que nos puedes seguir en Facebook o suscribirte por e-mailEXIF:

CÁMARA Olympus E-520

OBJETIVO Zuiko 14-54 I

EXPOSICIÓN 0,017 sec (1/60)

APERTURE f/5.6

ISO 100

DISTANCIA FOCAL 23 mm