Revista Talentos

Un poco de amor propio

Publicado el 12 abril 2015 por Kevinmancojo

Últimamente estoy leyendo bastante sobre el amor propio y la inteligencia emocional que le falta a mucha gente, es decir, esa inseguridad que muchos sienten, la falta de cariño, miedo al rechazo por los demás, etc.

Y junto a ese tema yo siempre uso una metáfora, pero primero quiero explicar más o menos el motivo por el que esas personas tienen esos sentimientos y sensaciones: no se aprecian a sí mismos, no se quieren. No ven lo bueno que tienen y buscan que otros se lo digan o se lo demuestren. Necesitan que alguien esté a su lado para sentirse queridos porque de lo contrario, empezarán a sentirse mal. Creen que no valen lo suficiente como para tener amigos o pareja (lo mismo da). Se sienten impotentes, como si fueran un minúsculo granito de arena tratando de hacerse ver frente al planeta Tierra.

Es un pensamiento negativo hacia uno mismo que este tipo de personas se crean y que tratan de solucionar buscando la manera de caer bien a los demás, intentando hacer las cosas de la mejor manera posible y dando de ellos todo y más. Y aquí está el problema, que lo hacen para los que los rodean y no para sí mismos.

Creo que muchos hemos empezado por ese camino (me incluyo), hasta que llega el momento en el que nos damos cuenta que nosotros también tenemos un valor que nos caracteriza. Para llegar a este punto primero hay que pasar por muchos baches, los que nos llevan a sentirnos muy solos, prácticamente aislados. Algunos, llegados a este punto se dan cuenta que el error estaba en apreciar más lo que se hacía por los demás que por uno mismo. Es aquí donde se empieza a cambiar la visión de la vida.

Y ahora viene mi metáfora: desde poco después de aprender esto, pensé que si viéramos a los que nos rodean como complementos de ropa, veríamos que somos capaces de prescindir de estos; todos hemos olvidado alguna vez las gafas de sol, una chaqueta o algún gorro al salir de casa y hemos sobrevivido. Cada uno de los complementos nos aporta algo de manera distinta, pero con ellos nos sentimos mejor y más protegidos.

Dicho de otra forma, a pesar de encontrarnos más a gusto con gente a nuestro alrededor, somos capaces de no depender de los demás, solo tenemos que encontrar la actitud adecuada y creérnoslo. Encima han llegado a nuestras vidas para algo en concreto, para aportar su granito de arena. Eso sí, muchos se irán de nuestro lado (por las buenas o las malas), pero recordad que dejaron una parte de ellos en nosotros, directa o indirectamente.

En mis últimas charlas les he hablado a los chavales de que nadie va a aprobar por ellos, nadie les va a sacar una notaza, nadie va a vivir de lo que estudien, nadie va a ser feliz por ellos. Eso tiene que venir de dentro de cada uno. Necesitan ponerle ganas para llegar a sus objetivos porque los demás no lo harán. Y aunque suene egoísta no lo es, porque si uno tiene amor propio y busca la felicidad en su interior, de una manera u otra lo transmitirá al resto de las personas haciéndolas feliz también.

Ya sabéis lo que digo… nunca dejéis de sonreír.


Un poco de amor propio

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista