DESPÍDETE, prepucio, de este pene
Al que ahogabas con rigor tan grande;
Tú, frenillo, despídete del glande:
Ya no serás el que su ascenso frene.
Por fin en libertad, nada retiene
Mi miembro y toda su potencia expande;
Antes pene apenado, que ahora blande
Su alegría y glorioso la sostiene.
¡Oh pene circunciso y liberado,
Hecho para el disfrute y el gozar
Colectivo, y también particular!
¡Pene dichoso, pene sonriente,
Como rey hace poco coronado,
Alzando sin temor tu augusta frente!
© de la fotografía: Laura Rosal.