Revista Talentos
Hacía años que no esperaba ningún regalo. Se conformaba con estar ahí, observando la alegría inocente infantil, desbordando los límites acústicos soportables en las casi siempre frías mañanas de la Epifanía hogareña. Por eso, al escuchar "¡éste es para ti!", se sobresaltó. El contenido del paquete no le importó nada.