Revista Talentos

Un puente robado y sus misterios

Publicado el 31 marzo 2014 por Perropuka

Un puente robado y sus misteriosEd. Impresa LA ESTRUCTURA DESAPARECIÓ EN FEBRERO DE PANTOJA, EN QUILLACOLLO Hallan un puente robado en SacabaPor Redacción Central | - Los Tiempos - 28/03/2014 --------------------------------------------------------------
PolicialLAS CáMARAS DE SEGURIDAD DE QUILLACOLLO CAPTARON UN CAMIóN LLEVANDO EL PUENTE HACIA COCHABAMBA. INVESTIGAN A DOS EMPRESAS DE EQUIPO PESADOAparece puente robadoOpinión | 28/03/2014 |ED. IMP. -----------------------------------------------------------------------------------------------
En el mismo día, los dos diarios más importantes de Cochabamba publicaron una misma noticia (arriba, textualmente) envuelta en sendos misterios para que el sano lector los desentrañara. Perplejo me quedé como los obispos bolivianos que, la anterior semana, declararon que estaban perplejos con los recientes casos de extorsión y corrupción en el Gobierno (Casos Ormachea, Soza y Air Catering); cuando uno de los titulares hacía alusión a que un puente había sido robado en Sacaba, aunque otra línea, misteriosamente señalaba que la estructura había desaparecido en Quillacollo. Al parecer una diabólica confusión reinaba en Redacción Central de Los Tiempos que, para empezar, dislocó la tipografía, estampando Pantoja en vez de Pandoja (nombre correcto). Para complicar  la cosa, parece que no tenían el Manual de Estilo a la mano para resolver el enigma del sitio del crimen de un plumazo, mejor dicho de un simple comazo. Según un experimentado cronista colombiano, hay un abismo entre “Producto Interior Bruto” y “Producto Interior, Bruto”. En el lenguaje, el orden de los factores sí que altera el producto, según el mismo maestro.
Al parecer, el puente corrió mucho para sus 30 toneladas y 18 metros de largo, para que “aparezca” a más de 15 kilómetros de su ubicación original. Serán unos genios los redactores de OPINION, o yo no me he enterado de que los objetos inanimados aparezcan por sí solos como si tuvieran pies ligeros. Extrañamente, desde que la Virgen se apareció en un cerro cercano años ha, y últimamente se viene apareciendo en muros, panes y troncos de árboles; los fenómenos de aparecidos y otras criaturas vienen engrosando expedientes irresueltos como para pensar en los agentes Mulder y Scolly.
El puente rojo, una estructura de acero macizo, traída desde Francia por la empresa nacional de ferrocarriles (ENFE) había desaparecido a plena luz del día en el mes de febrero. Los habitantes de Pantoja dedujeron que la alcaldía de Quillacollo lo había trasladado a otro sitio. En el municipio todos se mostraron sorprendidos y al no poder seguir la pista presentaron una denuncia por robo ante la policía del lugar.  Los agentes se rompieron el coco durante un mes como si buscaran una aguja en un pajar. Si no fuera por las cámaras de seguridad de una avenida el misterio seguiría sin resolver como el caso del esquivo depredador que causó gran mortandad de ovejas hace más de un mes.
Pero aun es más grande el misterio de cómo los supuestos ladrones habían conseguido llevarse el pesado botín. Desde que el presidente, haciendo honor a su nombre –Evito Morales-justificó su célebre modus operandi de “le meto por más que sea ilegal”, el ejemplo ha cundido como la maleza en jardín abandonado. Así se invaden tierras, haciendas productivas y minas. Así se asientan los comerciantes en cualquier sitio. Y así procedieron los dirigentes de la Asociación de Motociclismo que, según ellos obtuvieron una autorización verbal de la Gobernación para llevar el puente hasta el circuito de Quintanilla, en reemplazo del suyo que había colapsado. Por el lado de la Gobernación nadie salió a confirmar o desmentir el hecho.
Entretanto, los pobladores de Pandoja no esperaron a que las autoridades ordenaran el retorno de su llorado puente, súbitamente querido y proclamado como histórico. En tromba fueron por él como si acudieran al rescate de un hijo pródigo. Era tal su patriotismo que no dudaron en engalanar las barandas con la enseña nacional y contratar un camión con la plata de su bolsillo. Como están las cosas en este país, es probable que el susodicho objeto sea declarado pronto como patrimonio histórico, cultural y, quién sabe, más. Sirva como ejemplo la etílica exigencia de los productores para que la chicha sea nombrada "patrimonio cultural". La humanidad y sus misterios.
Un puente robado y sus misterios

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Perropuka 231 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Dossier Paperblog

Revista