Un regalo ortográfico

Me han hecho un regalo.

Alguien que me quiere ha descubierto horrores ortográficos en mis posts. Muchas Gracias. Va en serio. Sin los niños rumanos no habría aprendido Rumano(*), los seres minúsculos no tienen miedo decir las cosas que haces mal. Luego cuando nos hacemos grandes nos da miedo corregir a los demás, no sea que se enfaden .

Por eso habría que dar un premio a quien nos señala un error concreto y nos anima a corregirlo, a seguir aprendiendo, a prestar más atención y a recordar lo que se ha olvidado.

En mi último artículo hubo dos meteduras de pata ortográficas, que ya no están, gracias al regalo que un amigo me hizo al señalarlos. Gracias a él pude corregirlos y aprovechar para añadir un nuevo proyecto a mi lista: repasar la acentuación.

Gracias amigo, he preferido respetar tu intimidad, pero si quieres darte a conocer, en este blog hay comentarios

(*)Aunque se me ha olvidado :”(