Un simple punto de vista

Publicado el 28 agosto 2017 por 4mp4ro

En el discurso ” buenista” de estos días ensalzaban a los jóvenes como niños nacidos aquí y muy integrados. Vivimos en una Europa decadente pero aún con tópicos socialdemócratas. La integración mitificada por los políticos y aupada por los actores sociales hasta sentimentalismos incongruentes. Olvidamos los factores y las historias que traen consigo los musulmanes, sobre todo. 
Recuerdo que allá me comentaban el origen campesino de los marroquíes, con los lastres de incultura, desigualdad y religiosidad extrema. 
En cuanto se establecían traían a sus mujeres e hijos si los había , las encerraban con el único y perfecto fin de amas de casa y procreadoras. No les permitían salir a no ser que fueran al médico. Ellos y ellas ya traían, por su incultura, la desidia y desgana por aprender e integrarse. Los actores sociales caen sobre los hijos e intentan atraparles con todas las artimañas solidarias de la educación y la integración. Estos hijos, venidos desde lejos, iniciados en sus culturas allá en sus pueblos, sienten la presión integradora y solamente adoptan lo que les sirva para sobrevivir. Idioma, maneras y buenas formas. El hogar sigue siendo Marruecos en todos los sentidos. Han de vivir dos realidades enfrentadas y lo consiguen, pero…
Darle sentido a sus vidas quizás sea demasiado para esta generación. Hay de todo, los que se conforman con tener dinero, otros trabajar sin grandes vuelos, otros sin más expectativas que reproducir su vida hogareña con mujer e hijos, otros que se pierden en la nada y a otros se les queda pequeño todo. Aún no consiguen zafarse de la sociedad acogedora que a cambio les examina cada día. 
El sentido de pertenencia y de orgullo cultural por sus etnias, religiones y países, es lo más fuerte que tiene el ser humano para asirse en la vida. De aquí nacen los ghetos, por ejemplo. Es propio de todos y cada uno de nosotros, también de cada europeo. El problema es que los que llegan no siempre aprenden a convivir y demasiados no están dispuestos a comprender ni a aceptar que las normas han cambiado. No es lo mismo que ser migrante educado en busca de trabajo y cobijo y conocedor de la cultura a la que llega. 
Antes, en las guerras se sometía a los vencidos y se esclavizaba a los necesarios. Aún queda mucho de eso en las guerras de hoy. Pero en las llegadas actuales, como una marea sorda y silenciosa, lo más que se puede hacer como contención es la tarea de integración. Los integradores encuentran sentido a sus vidas de la misma manera que trabajar en las ONG. 
Supongo que ante la barbarie terrorista son los primeros sorprendidos, porque ellos no quieren sentirse equivocados. 
Lloramos todos, sin lágrimas, para demostrar la pena. Unos exageran tanto que parece que estemos asistiendo al teatro y a un cante jondo. 
En las ramblas perdimos todo, a personas, la inocencia y la confianza. 
Resultó más fácil para todos jugar a demostrar un dolor no compartido por igual. Cada gobierno quiso demostrar lo indemostrable y así unos vinieron para dar a entender que aman a Catalunya y otros aprovecharon la ocasión para remar a su favor. 
Un acto solemne, sencillo y aglutinador que pudo llorar por Barcelona. 
A un lado los musulmanes con sus autos de fe inquisitoriales # No me representan que no hacen falta. Al otro el duelo de las ramblas. Al otro los abanderados que olvidaron a los muertos y por qué estaban reunidos y al otro los políticos siempre a la suya. 
En fin, Puigdemont decretó ayer el final del duelo y a ” otra cosa mariposa “🦋 
Quizás sea necesario reflexionar y entender de qué sirve integrar si a este país quieren desintegrarlo, digo yo humildemente. 
A esta Europa decadente le toca hacer su propia “travesía del desierto”. 
Lo peor es que han bombardeado en todos los desiertos y a sus civiles. Esta “travesía ” será esquivando las bombas y a los ofendidos. 
Creo que en este caso no va a quedar más remedio que fortificarse y darnos prisa para ” arreglar bien el desaguisado” liderado por USA. Nos toca cumplir con las leyes de Murphy.
Y la primera ya se cumplió.