Un sol para los chicos; la Reina y el oraculo siniestro

Miscelanea

Disfrutando de otro día peronista, dormí hasta dolerme la cabeza. Me terminó despertando los murmullos de Salva y Gastón que estaban expectantes como niños esperando el regalo de Reyes. Claro, pasaba que en mi mochila tenía el placebo para estos pibes díscolos: anoche Salvador me había pedido si no hacía de mula y le llevaba un ladrillo. "¡Hiciste de camello!", dijo risueño Gastón que se regodeaba ante la efímera felicidad que se fuma en un santiamén. A la tarde, pusieron una película que no entendía, me parecía una boludez, pero que ellos miraban y se cagaban de risa producto del efecto narcótico. Obvio, ya estaban re locos. Preparé el equipo de mate y emprendí la huida. Como era una tarde peronista preferí reemplazar a la suciedad de casa para observar la mugre andante de la clase media paseando por el Parque...
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Hablando de Reyes y espejitos de colores, último mensaje de la Reina, perdón, etcétera y anunciando Fair Play, justo cuando el partido había terminado y ya me había cagado a patadas... Me indigné como el Diego.
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Hablando de Dios, me interrumpieron dos misioneras de la palabra revelada. Una de estas viejas me planteó la necesidad del gobierno de Dios ante tanta corrupción. La mandé rigurosamente al carajo, no sin antes manifestarle que no pensaba afiliarme a ningún movimiento religioso.
Trascartón, un viejo con clara postura conspirativa saca de un sobre un papel y me lo deja. Era sobre una pagina web donde se podían leer cientos de libros secretísimos que revelaban todos los misterios e incognitas de la humanidad. Entre ellos, como en realidad Nostradamus era en verdad un viajero del tiempo. Me desilusioné que ningún libro hablase del secreto de la felicidad...
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Hablando de conspiraciones y misterios, creer o reventar: en camino de regreso, me frena una gitana con mis cartas en su mano. La recuerdo bien, cómo olvidarla, la vi en ese mismo lugar hace 7 años atrás. Corría el 2003 y tenía una crisis seria con Niña Sol por culpa de una promotora morocha que amenazaba con derribar nuestro castillo de arena. Yo por ese entonces estaba perseguido por la revelación que había tenido anteriormente donde se manifestaba esta cuestión amorosa de decidir entre una rubia y una morocha. Aunque tenía muchas inquietudes, y me sentía aturdido por tantas casualidades, no atendí al llamado de la gitana y huí despavorido. Aparte nadie está seguro hoy en día con esas descripciones ya que las mujeres se viven tiñendo el pelo...
Sin embargo, ahora la gitana se me apareció en forma de oráculo. Parecía un puesto fantasma, entre tanta gente en el parque me señaló. Me agarró la mano y tiró mis cartas. Estoy maldito. Desfilaron en ellas mis desventuras, la carta con la Niña Sol y finalmente la Reina porá. Nunca podré estar bien, estoy maldito. Hace 3 años que una viuda me hizo un trabajo que estropea mi futuro. Carajo, haciendo cuentas en 2007 falleció mi viejo y de la viuda solo tengo un vago recuerdo, aunque siempre tengo presente su mirada siniestra hacia mí. Es que hubo un tiempo en que mi viejo quiso redimirse conmigo, pero yo no le perdoné. Al principio accedí buscando cobrarme todo lo que me había hecho, me vengué dejándolo de garpe y me borré. La iba a seguir pero no me gusta ser falso. Cuando murió, no asistí al velorio porque lo sentía ajeno. ¿Esa mujer me habrá querido condenar a partir de ahí? ¿Es casualidad la arbitrariedad de la gitana en revelar esa supuesta maldición? Estoy maldito pero para arreglarlo me encargó que le llevara un kilo de azúcar y un paquete de miel. Mierda, pensé. "Esto se arregla, muchacho. No soy Dios, pero la maldad se arregla. ¿Me convida un cigarrillo?". Fumamos juntos