Más rápido que una bala. Más fuerte que una locomotora. Capaz de alcanzar el edificio más alto de un sólo salto.
Mirad hacia arriba, es un pájaro? Un avión? Superman? No, nada de eso. Se trata de eso que afecta a todos por igual, tengas catorce o cuarenta años. Lo que te hace volar, te da superfuerza, y te permite aguantar un minuto más de las embestidas que la vida pueda lanzarte.
Es ese intenso superpoder flotante y etéreo que tan a menudo endulza y energiza nuestras vidas. No se ve, no tiene forma, pero se nota. Tiene muchos nombres, quizá lo conozcamos como amor...