Un trienio a tu lado

Publicado el 17 abril 2013 por Lauritapurple @lauritapurple
Recuerdo aquel 17 de abril de 2010. Me desperté nerviosa porque había llegado el día en que conoceríamos a nuestra perra. Venía de un viaje largo desde Sevilla en DHL Mascotas, por lo que llegaba a Barcelona a primera hora de la mañana.
Yo sabía como era un galgo, pero nunca había visto uno en vivo y en directo. En cuánto la vi me quedé alucinando. ¡Qué alta, qué grande!
Primeras horas juntas
Durante las entrevistas de la adopción ya nos dijeron que parecía ser sorda, y que si nos importaba podían buscarnos otra. Dijimos que no nos importaba, aunque tampoco sabíamos lo que suponía que un perro fuera sordo.
Al principio era muy tímida, pero poco a poco se fue soltando. Nunca ha llegado a ser un perro "socialmente normal" ni creo que llegue a serlo. Entiendo por un perro socialmente normal uno que cuando te ve llegar a casa además de mover la cola enérgicamente viene a saludarte y esta no se levanta del sofá por nada del mundo. Un perro normal es al que le dices "dónde está mi chico guapo??" y viene emocionado... ella no nos oye, por lo que no tenemos estos momentos.
Si mueve la cola cuando nos ve, es muy poco o cuando estamos jugando, que jugar para ella es correr por el pasillo.
¿Bajar a la calle? A ella no le gusta. Le enseñas el collar y se va corriendo al sofá. Es rara.
A Cloe la encontraron atropellada en una carretera de Sevilla. Quién la encontró la llevo a una perrera dónde le curaron las heridas, pero solo una vez, pues pasaban los días y las heridas se le iban infectando y además dejó de comer. Por suerte, una chica de Galgos112 pasaba por allí y en cuanto la vio se la llevó.
La volvieron a curar y se la quedaron en acogida. Esta chica, Marité, es un ángel. Cuida de los galguitos y podencos que encuentran en las peores condiciones y los rehabilita hasta que están listos para ser adoptados.
Cloe estuvo en su casa 4 meses y allí se llamaba Trufa.

En cuanto llegó le cambiamos el nombre. Total, es sorda, no se iba a dar ni cuenta. Y de eso hace hoy tres años.
Al poco tiempo de llegar supimos que había sido cazadora pues no tenía espolones. Nunca sabremos si su cazador la abandonó o fue ella la que se escapó, porque era bastante jovencita.
Han sido tres años difíciles por su sordera y las complicaciones que eso conlleva a la hora de domesticarla. Llegó y no sabía ni como sentarse. Le costaba la vida subir y bajar escalones (en el campo de eso no hay). Lo que le costó bien poco fue hacerse con su sitio en el sofá :)

A pesar de las dificultades estoy muy agradecida de que Cloe llegase hasta nosotros. La queremos con locura y a pesar de lo que diga la gente como "un galgo necesita correr" "un galgo en un piso?? estáis locos??" nada más lejos de la realidad.
Los galgos duermen muchísimas horas al día y cuándo dan 2 carreras ya están cansados pues no tienen fondo. Y les encanta el sofá!
Adoptar un galgo o un podenco es además de una labor preciosa por como maltratan a estos animales, todo un acierto. Son perros súper nobles y cariñosos aunque tímidos a veces.

¡Por muchos más años juntas!