Un verano literario: iniciando agosto

Publicado el 03 agosto 2015 por Isi Lpp
Un paso más, necesario además, en este verano literario del que vengo hablando casi desde principios de julio ha sido retomar el blog en condiciones, más allá de las meras entradas, y trabajar con él: un lavado de cara completo, limpieza de viejos posts y retocar las etiquetas, que hacía falta. Debido a ello, hasta que no he terminado no he venido por aquí tecleando nada bueno. 
Y a pesar de las pausas en este espacio sigo con mi verano literario. Sigo llenándome de letras y ganas de crear, sigo empapándome de espacios y momentos de gran paz que me están inspirando más de lo que hubiese supuesto en un primer momento. Estoy en ese punto álgido del proyecto en el que trabajo ahora en que siento que por fin es cuando debo encarar la escritura, no solo planear, preparar, modificar estructuras y demás trabajo secundario al tecleo puro y duro.
Esta fase ya la pasé en su momento con Páginas de Flores, sé lo que significa y la de horas de escritura que se avecinan y me muero de ganas. No pienso precipitarme haciendo lo primero que salga, pero tampoco quiero dejar pasar el momento, así que tocará aprovechar las horas libres y los momentos que den de sí los descansos para, además de estudiar, avanzar todo lo posible. Lo mismo puedo venir contando cosas interesantes en la próxima entrada.
Interludios, mientras, y como buen "proyecto" que en realidad lo usé de desahogo, por escribir algo, ahí sigue y tiene sus momentos en que se me ocurren cosas y sigo y momentos en que se estanca y no avanza ni a tiros. Tampoco espero más de un "cajón de sastre" creado para improvisar, sin más pretensiones. Si sale algo interesante a la larga, bienvenido sea, mientras ahí estará y seguirá avanzando lo que se tercie.
Además de todo lo anterior, las ganas de NaNo no se me terminan de ir, así que me toca de aquí a noviembre organizar la información, preparar lo que escribiré esos días y cómo repartiré todo eso en el tiempo. Que me dije a mí misma que no más frentes abiertos, pero me apetece redactar algo personal, así que no pienso perder la oportunidad.
Me encantan los veranos así, con sed de letras y escribiendo hasta gastar cuadernos cuando puedo, de camino o vuelta del trabajo, entre descansos o siempre que se pueda. Son los veranos que siento más completos.